El Senado de EE. UU. ultima un acuerdo para legalizar parcialmente a los 'sin papeles'

La Vanguardia, 07-04-2006

.(Corresponsal.) – Presionados por el presidente George W. Bush, republicanos y demócratas en el Senado de Estados Unidos se acercaron ayer a un acuerdo sobre una ley de inmigración que permitiría la legalización a medio plazo de la mayoría de los casi 12 millones de inmigrantes indocumentados que viven en el país. El proceso legislativo será aún arduo, pues la propuesta definitiva del Senado debe armonizarse con la de la Cámara de Representantes, que es muchísimo más restrictiva y pretende criminalizar a los sin papeles.
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Según el proyecto que se consideraba ayer en el Senado, se establecerían varias categorías de inmigrantes, con un trato muy diferente. Los que llevasen viviendo más de cinco años tendrían abierto un camino bastante fácil hacia la residencia y la nacionalidad, previo pago de una multa de 2.000 dólares, puesta al día en los impuestos, y siempre y cuando no tengan historial delictivo, trabajen y hablen inglés. Quienes llevasen entre dos y cinco años tendrían que salir del país pero podrían regresar con permiso de trabajo temporal y esperar a regular su situación definitivamente. Para aquellos con menos de dos años de estancia, el futuro sería mucho más negro: tendrían que volver a sus países, sin garantía de ser readmitidos.
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Presentó el acuerdo, sin precisar detalles y dando a entender que aún podría haber enmiendas, un grupo muy numeroso de veteranos senadores de ambos partidos, entre ellos los líderes republicano y demócrata, Bill Frist y Harry Reid, respectivamente, así como figuras como John McCain y Edward Kennedy. Este último se remontó incluso al periodo de la esclavitud para explicar que en EE. UU. siempre ha habido trabajadores explotados y que éstos merecen dignidad. Bush exhortó a los legisladores a que aprueban la propuesta antes del sábado.
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Ya que no dará tiempo de que se armonicen las propuestas de ambas cámaras, es previsible que la presión de la calle continúe. Para el lunes están convocadas en todo el país marchas para pedir la regularización. La Iglesia católica, que tiene entre sus feligreses a millones de centroamericanos sin papeles,sigue muy activa en defensa de una ley que regule la situación. Según el cardenal de Los Ángeles, Roger Mahony, el debate está marcando “una de las semanas más críticas en la historia de nuestro país”.
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