Madrid – El enfermo de sida ya no es sólo un joven, consumidor de drogas y
con hábitos promiscuos. El 76,8 por ciento de los nuevos casos de sida
diagnosticados en 2005 se produjo en hombres, y la edad media del
diagnóstico fue de 40 años. A la vez, los contagios por vía hetero y
homosexual ya son casi los mismos que los de usuarios de drogas por vía
parenteral. El perfil del enfermo, por tanto, se aleja de la marginalidad.
Son algunas de las conclusiones que pueden extraerse del balance anual del
Ministerio de Sanidad sobre los nuevos casos de sida, que ayer remitió a
las comunidades autónomas. En total, fueron 1.873 casos de sida los
detectados el año pasado, un 11,5 por ciento menos que en 2004. Los casos
corresponden a personas infectadas por el VIH hace entre siete y diez años
y que, en 2005, desarrollaron la enfermedad. De acuerdo con la información
de Sanidad, más de la mitad (el 55 por ciento) de estas personas no sabía
que estaba infectada en el momento del diagnóstico. La transmisión sexual
cobra importancia: el 46 por ciento de los nuevos infectados contrajo el
sida por esta vía (30,6 por ciento en relaciones heterosexuales y 15,4 por
ciento, homosexuales). El resto de los contagios correspondieron, casi por
completo, a usuarios de drogas. Sólo 10 transmisiones se produjeron de
madre a hijo y cuatro se debieron a transfusiones o uso de medicamentos
hemoderivados. Descenso de los casos. Los datos confirman la tendencia a
la baja comenzada en 1994. Ese año se alcanzó la máxima cifra de
diagnósticos: más de 7.000 nuevos enfermos. Desde esa fecha, los casos han
descendido un 72 por ciento, hasta llegar a niveles sólo comparables con
los de mediados de los años 80, al inicio de la epidemia. El período de
descenso más importante fue el comprendido entre los pasados años 1997 y
1999. La bajada en la incidencia de la enfermedad coincidió con la
extensión de los tratamientos antirretrovirales, que han conseguido
prolongar la vida de los enfermos hasta casi convertir el sida en una
patología crónica. Sin embargo, la llegada de estos fármacos también ha
tenido un efecto colateral negativo: Sanidad ha constatado cómo
determinados grupos han «bajado la guardia» en sus relaciones. Así lo
explica el presidente de la Sociedad Española de Investigación sobre el
Sida (Seisida), Daniel Zulaika. «La vía sexual va a seguir aumentando como
vía de transmisión, lo que refleja el abandono del sexo seguro, sobre todo
por el colectivo homosexual, desde 1996». Las relaciones de riesgo también
se reflejan en el aumento de las infecciones en las mujeres. «El 52 por
ciento de los nuevos casos de sida en mujeres se debe a la transmisión
sexual, pero esta cifra aumentará en los próximos años. Dentro de unos
años, las mujeres solamente se van a infectar por esta vía, lo que también
refleja el hecho de la mayor vulnerabilidad de la mujer para plantear
relaciones sexuales protegidas», asegura Zulaika. Sin embargo, mientras
desciende la cifra total de contagios, aumenta el porcentaje de
inmigrantes infectados. Si hasta 1998 sólo un 3 por ciento de los nuevos
casos correspondía a extranjeros, en 2005 esta cifra alcanzó el 16,5 por
ciento de los diagnósticos. Un hecho que, para Zulaika, también refleja la
vulnerabilidad de este colectivo. «Hay que protegerlos y es muy difícil
porque, por ejemplo, entre el 80 y el 90 por ciento de las prostitutas que
hay en España es extranjera».