Manuel Andrade, nacido en Pasarela (Vimianzo), fue sin dudaun emigrante enmarcado en el perfil que señaló José C. Moya en su libro Primos y extranjeros. La inmigración española en Buenos Aires, 1850-1930: «Los nacidos en Corcubión tenían dos posibilidades en tres de vivir en el centro de Buenos Aires, los nacidos en Vimianzo no llegaban a una en cinco. Era tres veces más probable que los inmigrantes de todo el partido que se ocupaban de trabajos menores vivieran en La Boca que en los barrios céntricos».Manuel embarcó en A Coruña en el vapor Desna y arribó a Buenos Aires el 11 de noviembre de 1924 para trabajar en diversas tareas, en principio de poca monta. Con posterioridad a esa fecha se casó con Aurora Rodríguez (ambos en la imagen de su boda, publicada en la revista Alborada), quizás el primer síntoma de su estabilidad laboral y mejora económica, y que puso más difícil pensar en regresar al punto de partida, a su Pasarela natal. Y, allá, en la tierra del tango y del mate, el matrimonio fijó sus vidas para siempre, uniendo esfuerzos y saliendo adelante con mucho sacrificio y constancia, y dejando en la tierra de promisión sus sudores y sueños. Al igual que a través del tiempo lo dejaron miles de emigrantes originarios de las tierras de Soneira que nunca más regresaron a su tierra natal.