NADIE que haya aliviado el peso de sus semejantes habrá fracasado en este mundo, dijo Charles Dickens, en una de las más grandes definiciones de solidaridad que haya escuchado de un congénere. Su recuerdo me asalta ahora, recién llegado de la Sala BBK de la Gran Vía, donde la Fundación Antonio Menchaca entregó ayer los premios Solidaridad a la ONG proactiva Open Arms, con Xabier Aranburu al frente, por su abnegada labor de salvamento de refugiados en el Mediterráneo y el mar Egeo; al voluntariado de Cáritas Bizkaia, que rescata de otros naufragios a miles de personas de nuestro entorno (quién sabe si no al vecino del quinto…), con Begoña Corchón y Carmen Badiola al frente; a la Fundación Ellacuría, que acoge y acompaña a personas solicitantes de asilo y refugio (Miguel González recogió el galardón…); a la ONG Serso San Viator de Basauri, con Óscar García y Nuria Serrano en nómina de buena gente por sus proyectos educativos en el Tercer Mundo; y a la cooperante Begoña Goikoetxea que lleva más de 40 años colaborando de manera voluntaria con la Cruz Roja de Bizkaia. Cinco historias, ya digo, que practican el noble arte de aliviar pesos.

Próximo ya el trigésimo aniversario de la publicación de Las Cenizas Del Esplendor. Memorias De La Marquesa De Avendaño, la novela más celebrada de Antonio Menchaca, la suya, su memoria, no se olvida. La mantienen en pie, entre otros, miembros del patronato como la presidenta de la Fundación María Menchaca (no pudo acudir a la gala al ser abuela reciente), el vicepresidente Carlos Royuela, Gonzalo Corcóstegui, Juan Sanmartín, Ángel Martínez, José Luis Alzola, Pedro Ontoso, Joseba de Madariaga y Juan Carlos Sánchez. Como es lógico, estuvieron presentes en la cita. Junto a ellos, no faltaron autoridades como Teresa Laespada, Iñigo Pombo y María Guijarro, Begoña Gil, Beatriz Marcos, Manuel Calvo, Carmen Mestre, Javier Zarraga, presidente de Cruz Roja de Bizkaia, Koldo Larrazabal, Luis Zugasti, Javier Conde, Juan José Aguilera, Josu Etxeberria, Juan Elejalde, Josu Montalbán, todo ello bajo la presentación de Eduardo Velasco, conductor de la diligencia.

La cita estuvo amenizada por el Canon de Pachelbel y el Intermezzo – Cavalleria Rusticana de Mascagni que interpretó un cuarteto de cuerda. Tras la melodía se recordó que hace ahora 43 años el escritor Antón Menchaca creo una Fundación en memoria de su padre, un empresario naviero de principios del siglo XX. En la XIX edición de los premios a la solidaridad fue sumándose gente como Mari Carmen Martínez, Mariví Alonso, Miguel Ángel Gutiérrez, María Jesús Jiménez, Idoia Maguregi, Yolanda Martínez y así todo un elenco de buena gente que se sumó a la celebración del encuentro con gente que vive de la mejor de las maneras posibles, con la solidaridad por bandera.