la policía busca a otra persona

Caen tres miembros de una nueva red de trata de mujeres nigerianas en Bizkaia

Una de las detenidas intentó escapar arrojándose por la ventana en Portugalete

Deia, Sandra Atutxa, 22-11-2017

Bilbao – Son engañadas, amenazadas y obligadas a prostituirse para saldar deudas millonarias. La trata de personas con fines de explotación sexual supone, según Naciones Unidas, el tipo de explotación humana más utilizada. La Guardia Civil desarticuló ayer la enésima red de trata de mujeres nigerianas en una operación desarrollada en Bizkaia así como en varias comunidades autónomas del Estado. Un hombre y dos mujeres fueron detenidos en el territorio vizcaino, en concreto en Bilbao, Barakaldo y Portugalete. Las arrestos estuvieron acompañados de diversos registros de diferentes barrios de la capital vizcaina, como en Arabella, en la calle General Concha, en Julián Gayarre y en el barrio de Txurdinaga. La policía procedió también a registrar inmuebles en la calle Avenida de la Libertad en Barakaldo donde se produjo la segunda detención y en la calle Ramón y Cajal, de Portugalete, donde una mujer se lanzó por la ventana al tratar huir de la policía.

La operación se inició a partir de una investigación emprendida en un Juzgado de Alicante, y el operativo se desarrolló también en otras territorios del Estado, como Madrid, Santander, Murcia o Almería. En Madrid fueron siete las personas detenidas dentro de la misma red de trata de mujeres.

No es la primera vez que Bizkaia se incluye dentro de la red trata de mujeres nigerinas. El caso más reciente se produjo el pasado mes de junio. En aquella ocasión, la Policía Nacional detuvo a 18 personas que formaban parte de la trama. El modus operandi es siempre el mismo. Las víctimas son captadas en Nigeria, donde son sometidas a rituales de vudú para doblegar su voluntad y posteriormente trasladadas a Europa para obligarlas a ejercer la prostitución y cometer, incluso, pequeños hurtos en la vía pública. Un trabajo de investigación realizado por la Comisión de Ayuda al Refugiado, CEAR, denunciaba el incremento de mujeres nigerianas en esta situación y destacan que en 2016 fueron más de 40 las atendidas con indicios de explotación sexual en Bizkaia.

La punta del iceberg En los últimos cinco años más de un millar de mujeres han sido liberadas de las mafias de explotación sexual en Euskadi. Sin embargo, según apuntan las organizaciones y entidades que trabajan en la lucha contra la trata de personas, esta cifra es solo “la punta del iceberg” de un drama que esclaviza a miles de mujeres cada día en todo el mundo.

La operación de ayer para desarticular una nueva trama comenzó temprano en el territorio vizcaino. A primera hora de la mañana, efectivos de la Guardia Civil accedían en varios pisos de diferentes localidades de Bizkaia, procediendo al arresto de las tres personas, en el barrio de Arabella, en Bilbao, en Barakaldo y en Portugalete. En esa última ubicación, una mujer de origen nigeriano se arrojó por la ventana de la vivienda para evitar su arresto y al caer se fracturó el fémur, por lo que quedó ingresada en Cruces con vigilancia policial. Además, la Guardia Civil llevó a cabo otro registro en la calle General Concha de Bilbao, donde hallaron a otra persona relacionada con la trama que logró escapar, por lo que está en búsqueda y captura.

El 80% del total de las víctimas de la trata de seres humanos en Europa son mujeres y niñas, sin embargo, la cifra asciende al 95% en el caso de la trata con fines de explotación sexual. El destino de estas víctimas son los entornos de la prostitución. En el Estado, según datos del Ministerio de Sanidad de 2014, ejercen unas 45.000 mujeres.

Las dificultades para rescatar a las víctimas de la trata son innumerables. A unos grupos organizados y muy peligrosos hay que sumarle la desconfianza de las propias víctimas en la policía y, en general, en las propias instituciones. Además, el miedo a las represalias, el desconocimiento del idioma y la gran dependencia de las víctima de sus verdugos las convierte en extremadamente vulnerables. Y es que, según destaca la profesora de la UPV Itziar Gandarias en el informe Estoy viva: Cartografías de resistencias de mujeres provenientes de África subsahariana, las víctimas de trata sufren la violencia en sus países de origen, durante el viaje y cuando llegan al Estado. “Están muy amenazadas. Les inducen tanto miedo que no tienen barrotes y no se escapan”.

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