“La culpa de lo que pasa es de los políticos”. Con esta frase tan contundente resumieron los vecinos de l’Alquerieta el clima de tensión que se está viviendo en este barrio de Alzira.


Tras el último suceso, que acabó con la vida de cuatro personas de etnia gitana, la Asociación de Vecinos decidió convocar una manifestación de repulsa ante lo ocurrido. Más de 200 personas se dieron cita en el parque del barrio dispuestas a mostrar su descontento con “la poca seguridad” existente en la zona.


El presidente del colectivo, Salvador Oliver, lamentó que en estos últimos años “por causas que no entendemos, se haya incrementado la afluencia de familias conflictivas”.


“Pedimos a estas personas que no quieran que las metamos en el mismo saco, que nos ayuden a luchar contra esta situación”, reclamó el presidente. “Necesitamos personas que aporten ideas y que nos ayuden a realizarlas”, añadió.


Muchos de los vecinos presentes lamentaron que los políticos “que son los que tienen las medidas, no hayan hecho nada para evitar lo que ha pasado. Hubieran tenido que prevenirlo”, aseguró un vecino.


Con respecto a la venta de las casas, Salvador Oliver, pidió a la gente que nos se fuera del barrio, “que tantos sacrificios nos ha costado, debemos unirnos al máximo y hacer frente a los problemas y las necesidades”.


Una de las ausencias más comentadas fue la de la alcaldesa de la ciudad. Si que se acercaron a la reunión miembros del Bloc y del PSPV de la ciudad.


Mediadores en el conflicto

Por otra parte, el coordinador del Movimiento Asociativo Gitano, Manuel Bustamante, adelantó a LAS PROVINCIAS que se están buscando personas mayores de etnia gitana y de “trayectoria moral intachable” para que medien en el conflicto.


“Queremos hacerles comprender a la familia agredida que es mejor dejarlo todo en manos de la Justicia”. Además, añadió, “ahora no hay peligro de que pase nada”.