Los liberales rompen las negociaciones con Merkel y Los Verdes en Alemania
“Estábamos cerca de lograr un acuerdo pero no hemos sido capaces”, ha asegurado la canciller
El País, , 20-11-2017Poco antes de lamedianoche llegó la noticia temida en Alemania. Las negociaciones entre los cuatro partidos llamados a formar una coalición de Gobierno en Berlín se rompían. Fue el jefe de filas de los liberales el que informó de que se retiraban y que la llamada coalición Jamaica, de conservadores, liberales y verdes no verá de momento la luz. De consumarse la ruptura, se abrirá una etapa de inestabilidad política en la primera economía europea, que podría verse abocada a repetir las elecciones celebradas el pasado diciembre.
Merkel compareció a la una de la mañana para dar por terminadas las negociaciones. “Estábamos cerca de lograr un acuerdo. […] pero los hechos son que no hemos sido capaces de concluir las conversaciones con éxito”. La canciller informó de que este lunes se pondría en contacto con el presidente Frank – Walter Steinmeier, dando a entender que se abre una nueva etapa política en Alemania.
Christian Lindner, líder de los liberales anunció que se retiran de las negociaciones debido a lo que consideró una falta de confianza entre los interlocutores. “Después de semanas, hay un papel con incontables contradicciones, preguntas abiertas y objetivos contradictorios”, dijo Lindner. “Es mejor no gobernar que gobernar mal”, añadió.
Merkel se juega su cuarto mandato en estas negociaciones que duran ya más de cuatro semanas y que deberían culminar en el alumbramiento de un nuevo Gobierno a principios de año. La canciller alemana ganó las elecciones del pasado septiembre, pero no logró la mayoría suficiente para gobernar en solitario. Si las negociaciones de coalición fracasan de manera definitiva, el bloque conservador de Merkel (CDU/CSU) se verá obligado a gobernar en minoría con los Verdes, lo que constituiría una rareza en Alemania, o deberán convocarse nuevas elecciones.
Los partidos temen que de celebrarse nuevamente los comicios, la extrema derecha logre rentabilizar el desacuerdo de las formaciones tradicionales y logre ampliar su ya abultado apoyo. Con un 13% de los votos y 94 escaños, Alternativa por Alemania (Afd) logró entrar por primera vez en el Parlamento, algo que un partido de extrema derecha no conseguía desde la segunda guerra mundial.
En teoría y con la calculadora en la mano, la mayoría se podría lograr también de la mano de la socialdemocracia (SPD), el segundo partido de Alemania. Pero el SPD ya adelantó tras las elecciones que rechaza formar una nueva gran coalición como la del Ejecutivo saliente, de la que salió escaldado y que considera ha sido la culpable de su batacazo electoral. La posibilidad de que Merkel logre convencer al SPD de que se sume a una gran coalición es otra de las posibilidades que se abre tras la retirada de los liberales.
La lucha contra el cambio climático y la reunificación familiar han sido los dos grandes puntos de fricción entre los partidos. Pero también el llamado impuesto de la solidaridad con los Estados del este de Alemania que los liberales prometieron en campaña abolir. La de este domingo era la última oportunidad autoimpuesta por los partidos llamados a formar una coalición inédita en la historia del país. Conservadores, Liberales y Verdes, tres partidos con cosmovisiones distantes y en algunos puntos antagónicas, se habían dado hasta hoy para acordar un programa de mínimos sobre el que seguir negociando. Sin ese pacto, no habría coalición posible.
Las negociaciones el domingo arrancaron a las once de la mañana, esta vez en la sede del estado de Baden – Württemberg en Berlín. Las seis de la tarde era la penúltima hora tope que se habían fijado los negociadores para concluir si serán capaces de embarcarse en las negociaciones formales de coalición. El plazo venía posponiéndose desde el pasado jueves a la media noche. Esta vez, tampoco se cumplió. La oposición de el ala más dura de los conservadores y de los liberales a las tesis más aperturistas de los Verdes en materia de inmigración ha sido una de las fuentes de conflicto desde el inicio de las negociaciones. En concreto al reunificación familiar de los refugiados que ya están en Alemania ha sido un importante foco de desacuerdo.
Ante el fuerte incremento de llegadas de refugiados – 1,3 millones desde 2015 – y el ascenso de la extrema derecha –Alternativa por Alemania (Afd) – la gran coalición de conservadores y socialdemócratas pactó congelar la reunificación familiar de refugiados con protección subsidiaria –con más restricciones que el pleno asilo – hasta marzo de 2018. En esa fecha habrá que decidir si se mantiene o no la moratoria. Mientras el ala más dura del bloque conservador de Merkel y los liberales se niegan a levantarla porque aspiran a minimizar el número de llegadas, los Verdes consideran que es un derecho inalienable de los refugiados que resulta además fundamental en aras de su integración.
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