ERENA CALVO/CE CASTRO

LAS PALMAS/SANTA CRUZ. El barco que se dirigía a Canarias con unos 500 inmigrantes a bordo, y que fue avistado este sábado por un avión del Ejército del Aire, cambió ayer de rumbo. El dispositivo desplegado por el Ministerio de Defensa disuadió a la tripulación, que emprendió el camino de regreso, según informó a ABC el delegado del Gobierno en Canarias, José Segura. «Son casos muy frecuentes que no suelen llegar a la opinión pública», dijo Segura, quien no quiso profundizar en este asunto. Aunque sí confirmó su existencia – «yo mismo pude ver algunas fotografías» – , con la que se había especulado en las últimas horas. El buque no consiguió aproximarse a las cien millas más próximas al archipiélago. Y en ningún momento penetró en aguas de jurisdicción española, explicó Segura.

Según los últimos datos, la embarcación podría proceder de Guinea Conakry. Sin embargo, la cónsul del país africano en Canarias, Alicia Navarro, explicó a este periódico que «no hemos encontramos evidencias de que partiera de allí». Navarro recordó que «hace ya dos años que las autoridades guineanas y españolas colaboran en materia de inmigración, y no hay permisividad en este sentido» – esta misma semana se repatriará a 14 inmigrantes desde Fuerteventura – .

Crece la sospecha de buques nodriza

Las informaciones sobre el buque, sobre el cual se conjetura también que podría haber partido de Senegal, han reactivado las sospechas sobre la existencia de barcos nodriza. Sin ir más lejos, ayer arribaba una barquilla a Tenerife con 44 inmigrantes, tres de ellos menores. La Subdelegación del Gobierno apuntó que no llevaban instrumentos de navegación ni alimentos, lo que podría deberse a que fuera remolcado.

Con esta nueva llegada, ya son casi 4.000 los inmigrantes que han alcanzado las islas en 2006. De ellos, permanecen en Canarias 2.400; 170 fueron repatriados a Mauritania en las dos últimas semanas, y más de cinco aviones con grupos de entre 50 y 90 indocumentados han sido fletados a la península.

No tuvieron esa suerte los 32 irregulares que perdieron la vida este sábado al estrellarse el cayuco en el que viajaban con un barco frente a las costas mauritanas. Otras 25 personas han sido recuperadas con vida. En los últimos meses podrían haberse ahogado más de mil personas en el océano durante su trayecto a Canarias.

El Ejecutivo regional demandó ayer mayor implicación del Estado. «Se han dado algunos pasos, pero son insuficientes porque se han de articular de inmediato las respuestas a las que se comprometió con Mauritania», criticó el consejero de Presidencia, José Miguel Ruano. El Gobierno canario también reconoció que el sábado se le alertó de la proximidad del buque negrero, por lo cual ha demandado, mediante una carta remitida a La Moncloa, una reunión con José Luis Rodríguez Zapatero, para abordar la situación del control de las fronteras.