Recetas para que Europa supere su crisis existencial

Los economistas César Molinas y Fernando Ramírez Mazarredo sostienen en un libro que Macron y Merkel deben reformar la UE

El País, LILY LAJEUNESSE, 16-11-2017

Primero, recuerdan cifras significativas: Europa representa el 7% de la población mundial, produce el 25% del Producto Interior Bruto (PIB) global, y gestiona el 50% de los gastos sociales del planeta. Los economistas aseguran de que el desempleo en Europa ha bajado desde 2013 y que la situación económica no está mal. Vivir en Europa hoy en día “es un privilegio”, afirma Ramírez Mazarredo. Añaden que según recientes encuestas, hoy la mayoría de los ciudadanos europeos “no quieren irse” de Europa. Desgraciadamente, de estas cifras poco se habla.

Reformar Europa antes de que llegue una nueva crisis es un imperativo absoluto para sobrevivir, de acuerdo a los autores, porque llegará una segunda crisis. Esta vez, Europa tiene que estar lista y capaz de responder a las necesidades de sus ciudadanos en cuanto a protección y seguridad. Solo así podrá reconquistar su “demos (pueblo en griego) europeo” como lo llaman en el libro. Según los autores, las tres causas principales de la crisis son el modelo económico y social, el rechazo del establishment político y económico, y problemas de diseño de la UE , particularmente de la eurozona por reformas incompletas.

Y así proponen solucionarlas: primero, hay que reformar la Unión Económica y Monetaria (UEM) hacia una convergencia económica de los diferentes países miembros. Creando un fondo monetario europeo con capacidad de endeudamiento para financiar proyectos europeos y nombrando a una autoridad financiera que actúe como ministro de finanzas de la UE. A largo plazo, habrá que coordinar las políticas económicas y fiscales de los estados miembros para garantizar un Estado de Bienestar europeo.

En materia de defensa, prioridad del momento por el contexto internacional, se necesita más coordinación de las capacidades militares y de los gastos militares, con una fuerza nuclear táctica europea por ejemplo. Las dos otras reformas claves del libro son una coordinación en materia de inmigración, que sigue siendo una competencia estatal, y una lucha antiterrorista dirigida a escala continental con un organismo europeo que tenga una superioridad jerárquica, un “FBI europeo”. Por fin, proponen que los partidos presenten programas paneuropeos en el Parlamento Europeo para recuperar una legitimidad democrática.

Tales reformas e ideas no se concretarán en una noche. Y esto lo demuestran los autores, trazando en su libro el largo proceso que ha sido la construcción europea por la vía funcionalista. Pero son reformas que hoy responden a las necesidades del pueblo europeo, y en situación de crisis, son los intereses que más permiten llegar a un acuerdo.

En Europa, “el estado de ánimo ha cambiado”, dicen Molinas y Ramírez Mazarredo. “Ha llegado la hora de la política”.

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