El pasado 17 de octubre Ciudadanos presentó una moción en el Congreso de los Diputados donde afirmaba que las escuelas catalanas adoctrinaban y pedía que se "garantizase la neutralidad ideológica y política de los centros docentes”. El partido de Albert Rivera se quedó solo en esa votación, ya que la mayoría de las formaciones votaron en contra (Podemos y PSOE) y el PP se abstuvo.

En representación de la comunidad senegalesa en Cataluña, Abdoulaye Fall ha asegurado que “la no segregación lingüística” es una garantía de convivencia, sobre todo para las personas migradas: “Vemos cómo este modelo de educación lleva una aportación muy positiva al proceso de crecimiento de nuestros hijos”.
La portavoz de la Federación de Movimientos de Regeneración pedagógica de Cataluña, Pilar Gargallo, ha defendido que el profesorado catalán es un “ejemplo de profesionalidad, compromiso ético y social”, y ha recalcado que seguirán trabajando “como hasta ahora”.
Por su parte, el concejal de Educación de L’Hospitalet, Jaume Graells, (PSC) ha destacado que la segunda ciudad de Cataluña, tradicionalmente receptora de inmigración, tanto española como extranjera, es un ejemplo de cómo la inmersión lingüística contribuye a la integración social: “Esta ciudad representa muchas cosas a la vez”.
Som Escola está formado por 54 entidades educativas, entre ellas la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Cataluña (FAPAC), la Agrupación Escuela Catalana (AEC), la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de la AEC, la Asociación de Maestros Rosa Sensat, el Consejo Nacional de la Juventud de Cataluña (CNJC) y el centro UNESCO
de Cataluña.