La Diputación ha ampliado la partida presupuestaria para atender a los menores inmigrantes que llegan a Vizcaya ante el «incremento» de la afluencia detectado en los últimos meses. El Departamento de Acción Social aportará casi 16.000 euros más de lo previsto este año a la asociación Landalan, que gestiona el centro de acogida ubicado en Amorebieta. El dinero se destinará sobre todo a sufragar la estancia de los chavales que recalan en el territorio histórico y apenas permanecen unos días en las instalaciones.

La medida aprobada ayer por el Consejo de Gobierno pretende adecuar el convenio vigente a una realidad cambiante. La Diputación encomendó a Landalan en octubre de 2004 que se encargara de la primera acogida a los menores extranjeros no acompañados que llegan a Vizcaya. En la última prórroga del acuerdo, suscrita en enero de este año, se especificaba que la entidad gestionaría 40 plazas con un coste de 110 euros al día, lo que arrojaba un total de 136.400 euros.

Esta cantidad se ha revelado «insuficiente» ante el incremento de la llegada de jóvenes extranjeros, según consta en un informe del Departamento de Acción Social. Por ello se va a añadir una partida de 15.998 euros. Este importe se ha calculado para cubrir 189 «estancias de un día», un concepto que responde a la movilidad de los menores inmigrantes. Muchos de ellos se quedan «tan sólo unos días» en las dependencias forales.

La ampliación del presupuesto tiene «carácter excepcional» hasta que el departamento habilite nuevos recursos, añade el informe. Fuentes de la institución foral, sin embargo, descartan la apertura de nuevas instalaciones para atender a este colectivo, al menos a corto plazo. «Se trata de una previsión legal que conviene recoger en un convenio», apuntan.

El centro de Amorebieta ha estado rodeado de polémica tras el incendio registrado a mediados de marzo. La semana pasada hubo un nuevo altercado que ha llevado al Ayuntamiento a exigir a la Diputación un mayor número de monitores. El diputado de Acción Social, Juan María Aburto, se reunirá esta semana con los grupos junteros para explicarles la situación de los menores. El encuentro se celebrará a puerta cerrada para evitar la «alarma social».