Francisco Collazos: "Hay un exceso de diagnósticos de psicosis entre los inmigrantes"

El responsable de psiquiatría transcultural en el Hospital del Vall d'Hebron alerta de que la ausencia de mediadores propicia diagnósticos erróneos

El Periodico, Àngels Gallardo, 07-11-2017

lmente sesgadas y me pueden llevar a una interpretación equivocada. Ahí entra la función del mediador, que puede advertir el fallo.

–¿Disponen de mediadores?
–Ahora, en el Vall d’Hebron no tenemos ninguno. Es un reflejo de la falta de sensibilidad de los rectores de todo esto. Hasta febrero había cuatro que pagaba La Caixa.

–¿Sin mediación pueden trabajar correctamente?
–No. Compensamos la situación con sobreesfuerzo personal. Si esto fuera un hospital de EEUU, no podría recibir ni un dólar de dinero público.

–¿Por qué?
–Allí tienen muy presente que todos los usuarios, con independencia de su pertenencia étnica o cultural, accede por igual a lo público.

–¿Cómo organizan la psiquiatría otros países multiculturales?
–En países como EEUU, Canadá, Holanda, Bélgica e Inglaterra tienen presente la diversidad cultural. EEUU se compone de muchas minorías étnicas, y lo que no pueden negar, hasta el extremo de que hacerlo se considera racista, es que por el hecho de pertenecer a una minoría tendrás dificultades para aprovechar lo público. Para integrarte.

–¿Qué es integrarse?
–Yo estoy integrado cuando, independientemente de mi condición étnica, religiosa o mi orientación sexual puedo disfrutar de los servicios públicos con los mismos derechos y obligaciones que tienes tu. Decir que todos tenemos la misma facilidad para acceder a eso es falaz.

–¿Y en Catalunya?
–Cuando preguntas: ¿cuándo alguien está integrado?, te responden que cuando ha aprendido catalán. Es evidente que esto va más allá.

–Los jóvenes de Ripoll de los atentados del 17-A parecían integrados.
–Efectivamente. Jugaban a fútbol en el equipo de Ripoll, tenían novietas, trabajo, habían ido al mismo instituto que el resto… pero seguramente sentirían un estresor exclusivo: la sutil discriminación percibida.

–¿Cuántos mediadores precisarían?
–No se trata de un número, sino de tener la capacidad de organizarlo: si mañana voy a recibir a un chico de Gambia, concierto con un mediador de Gambia la visita. Si ahora hago eso, Salut no me lo pagaría.

–¿Esta situación explicaría algunos sobrediagnósticos psiquiátricos en inmigrantes en Catalunya?
–Claro. Yo creo que hay un exceso de diagnósticos de psicosis porque no entendemos lo que nos dicen, y porque tampoco ellos, los pacientes, entienden lo que les decimos nosotros. No es rara la desconfianza mutua, y, al final, incurrir en que ‘esto es una idea delirante’, es decir, criterios diagnósticos de la esquizofrenia.

–¿Cómo se inicia ese error?
–En psiquiatría no existe un marcador biológico que te diga si hay, por ejemplo, diabetes o no. Si hablamos de psicosis –la pérdida de contacto con la realidad–, lo que he de explorar es tu mundo emocional, tu mundo de las ideas, cómo las verbalizas y cómo catalogo tu conducta.

–Una conducta en un contexto.
–Si. A lo mejor, tu conducta y la forma cómo te relacionas puede parecerme muy expansiva, pero es que, tal vez en tu cultura africana o pakistaní esa forma de comportarse es normal. Esa idea que tu expresas, que a mí me resulta extraña o delirante, porque me estás explicando algo que tiene que ver con espíritus y presencias percibidas, me puede llevar a equivocarme al diagnosticarte como psicótica.

–¿Antes de diagnosticar deben conocer otras creencias?
–Claro. O tener un mediador que las conozca. Creencias que yo no comparto y que ignoraba que en tu cultura son normales, pueden conducir a un diagnóstico erróneo.

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