Las autoridades locales de las islas griegas del Egeo oriental alertaron hoy de que el incremento en las llegadas de refugiados a su territorio 6.700 en septiembre y casi 1.200 en la última semana plantean aún problemas a las superpobladas estructuras de acogida.

La presidenta de la región de Egeo del Norte, Jristiana Kaloyiru, declaró a la televisión privada Skai que ante la “difícil” situación que se vive especialmente en Lesbos, Samos y Quíos las autoridades de estas islas han pedido una reunión urgente con el primer ministro, Alexis Tsipras.

De las personas que llegaron en septiembre, el 40 % eran niños y el 20 % mujeres , muchos de los cuales tienen problemas de salud y, según denuncian diversas ONG, debido a la superpoblación de los centros de acogida no pueden ser atendidos debidamente.

El alcalde de Lesbos, Spyridón Galinos, dijo al periódico “Kathimerini” que “los incidentes y problemas están a la orden del día”.

“Ahora hay gente durmiendo en las calles y en el centro de la ciudad”, “con las primeras lluvias” las carpas se inundarán y será difícil manejar la situación, añadió.

Según Kaloyiru, a día de hoy hay algo mas de 12.500 refugiados en las cinco islas del mar Egeo, cuyos campos tienen una capacidad de acogida para tan solo 5.500 personas.

El acuerdo firmado en marzo del año pasado entre la Unión Europea y Turquía prevé que todas las personas que lleguen a las islas griegas deben permanecer en ellas hasta su devolución, a menos que formen parte de algún grupo vulnerable o hayan obtenido asilo en Grecia, en cuyo caso pueden ser trasladadas al continente.

El Gobierno ha acelerado el traspaso de los grupos vulnerables, y la semana pasada trasladó a cerca de un millar a los campos continentales.

A la vista del incremento de llegadas, así como de las protestas de las autoridades insulares y de representantes de ONG, el Gobierno se ha propuesto trasladar a otros dos millares en los próximos días.

A pesar de la superpoblación de los centros existentes, la presión de las comunidades locales ha impedido que el Gobierno heleno haya podido construir nuevas estructuras de acogida para los recién llegados.

Por su parte, un colectivo de 19 ONG pidieron el lunes a Tsipras que ponga fin a las políticas de contención de refugiados aplicadas tras el acuerdo entre la UE y Turquía.

En una carta abierta, estas organizaciones, entre las que están Amnistía Internacional y Human Rights Watch, exigen al Gobierno griego el “inmediato traslado” de los solicitantes de asilo a suelo continental para garantizar las necesidades de protección, así como el alojamiento y el acceso a los servicios básicos.

Las ONG reconocen los esfuerzos del Gobierno de Tsipras y la solidaridad del pueblo heleno ante la masiva llegada de refugiados, aunque también señalan que la falta de compromiso de muchos Estados de la UE no justifica “el estado actual de las islas griegas”.