Austria
Kurz acuerda con los ultras iniciar las negociaciones para formar Gobierno
La Vanguardia, , 24-10-2017Sebastian Kurz, ganador de las elecciones del pasado día 15 en Austria, ha ofrecido este martes al ultranacionalista y euroescéptico Partido por la Libertad de Austria (
FPÖ) formar una coalición, con la condición de que sea proeuropea, mientras que sus potenciales socios insistieron en la restricción
de
la
inmigración como tema principal. De conseguirse el acuerdo, algo que el líder ultra ha prometido “no ponerle fácil” al potencial jefe de Gobierno más joven de Europa, de 31 años, la formación antiinmigración ocupará el poder por segunda vez tras asociarse también con los conservadores en 1999.
”Conmigo sólo puede haber y sólo habrá un Gobierno proeuropeo”, aseguró hoy Kurz, que se hizo cargo el pasado mayo de un Partido Popular austríaco (ÖVP) en horas bajas y al que el día 15 logró colocar como primera fuerza del país, con el 31,5 % de los votos.
Kurz explicó que su decisión de elegir al FPÖ como socio se debe tanto a las coincidencias programáticas como a la, dijo, poca disposición de los socialdemócratas a repetir la gran coalición en el poder desde 2007. Así, insistió en el mensaje que repitió una y otra vez durante la campaña: que el socialdemócrata SPÖ, segundo en las elecciones, prefería una coalición con los ultras, terceros. Kurz sostuvo: “No me ha dado la sensación de que Christian Kern (actual jefe de Gobierno socialdemócrata) tenga interés en ser vicecanciller en un Gobierno” liderado por el líder conservador.
La tercera posibilidad, un Ejecutivo en minoría, es para Kurz sólo un plan B en el caso de que las negociaciones con los ultranacionalistas no lleguen a buen puerto. “El país se merece un Gobierno estable con una buena mayoría en el Parlamento”, aseguró. Kurz explicó que en el FPÖ y en su líder, Heinz – Christian Strache, ha visto la “voluntad de conseguir juntos un cambio en Austria”.
El dirigente conservador explicó que entre las dos formaciones hay puntos en común programáticos, como la bajada de impuestos o las políticas migratorias, pero también discrepancias que espera sean superadas en unas negociaciones que, confió, terminen con éxito para Navidades.
Unas negociaciones que, insistió, inicia con la única condición de que de ellas salga un Gobierno proeuropeo. “La República de Austria sólo puede ser fuerte si es no sólo miembro de la UE, sino también un colaborador activo para reforzar la UE”, detalló.
Kurz identificó su visión del futuro de la UE con uno de los cinco posibles escenarios que el presidente de la Comisión Europea, Jean – Claude Juncker, ha planteado para Europa y en el que la política común se reserva para los grandes temas y deja el resto a la soberanía de los Estados miembros.
Un modelo de Europa con el que Strache se mostró hoy de acuerdo al aceptar la invitación de Kurz, pero advirtió que “nadie espere que se lo pongamos fácil al ÖVP”. Y remarcó su condición y tema estrella, y casi único, de su partido: el control migratorio. “Que la UE se limite a las áreas esenciales y sea ahí, por fin, activa; es decir, en la protección de las fronteras exteriores, el tema de la migración, la expulsión de los inmigrantes ilegales, la firma de acuerdos de repatriación y ayuda
sobre
el
terreno para evitar nuevas oleadas de refugiados como la de 2015”, enumeró el líder ultraderechista.
Strache dijo que, como “patriotas austríacos y europeos convencidos”, en el FPÖ tienen la obligación de criticar los fallos en la UE y “reclamar reformas para que ese correcto e importante proyecto de paz europeo aprenda de los errores y se desarrolle en la dirección correcta”.
En su programa, el FPÖ habla de la “Europa de los pueblos y las patrias” y afirma que “Europa no debe reducirse al proyecto político de la Unión Europea”, una visión que coincide con la de otros países de Europa Central y del Este, como Polonia o Hungría.
Respecto a las posibilidades de que se forme esa coalición, Strache dejó claro que tienen una serie de ideas y que habrá que ver si el ÖVP está dispuesto a “acompañarlos en ese camino”.
Además, no quiso ponerse fechas, si bien Kurz aspira a cerrarlo antes de Navidades, y se mostró partidario de que las negociaciones, que arrancarán ya mañana, vayan “rápido pero sin precipitarse”.
De cerrarse este acuerdo, se repetiría la coalición de Gobierno que el ÖVP y el FPÖ mantuvieron entre 2000 y 2005, una colaboración que estuvo marcada por la convulsiones internas y externas. Los entonces 14 socios de Austria en la UE impusieron sanciones al país por permitir que un partido considerado xenóbofo y ultraderechista entrara en el Gobierno.
La coalición se desintegró tras dos años por las peleas internas en el FPÖ, en aquel momento dirigido aún por el fallecido Jörg Haider, y se celebraron elecciones anticipadas tras las que se reeditó el pacto de Gobierno. En 2005, Haider abandonó el partido y creó una nueva formación que sustituyó durante un año al FPÖ como socio del ÖVP.
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