Presidente del nuevo Bundestag

Schäuble advierte de la “degradación” de la política ante el ascenso de la ultraderecha

La Cámara Baja alemana rechaza a un candidato ultraderechista a una de las vicepresidencias

La Vanguardia, , 24-10-2017

Wolfgang
Schäuble advirtió este martes a los diputados que prescindan del “desprecio y la degradación” a la hora de hacer política durante su discurso de inauguración como recién elegido presidente de la Cámara
Baja del Parlamento (o Bundestag) de Alemania, una institución regida durante décadas por unas formas conciliadoras que ahora se ven amenazadas por la entrada de la extrema derecha, que entra por primera vez al hemiciclo desde la Segunda Guerra Mundial.


El diputado más veterano del país y exministro de Finanzas del Gobierno de la canciller Angela Merkel durante los últimos ocho años de la canciller recibió el apoyo de 501 de los 705 votos para el cargo de orador. En la primera sesión del Bundestag después de las elecciones federales del 24 de septiembre, Schäuble asumió la tarea de preservar el orden en medio de las preocupaciones de que más de 90 diputados recién llegados del partido antiinmigración puedan poner patas arriba la rutina parlamentaria, como lo han hecho en los länder de todo el país después de conseguir amplios resultados en las elecciones regionales de este año y el anterior.


“En los últimos meses ha habido comentarios de desprecio y degradación en nuestro país. No creo que haya lugar para esto en una convivencia civilizada”, sentenció el flamante presidente del Bundestag.


Las tensiones con el AfD, que ha abogado por cerrar las fronteras del país y llama a la minoría musulmana “un gran peligro para nuestro estado”, salieron a flote ya en la primera sesión. El primer orador del partido ultranacionalista, Bernd Baumann, se anotó la primera polémica usando una analogía con el período nazi y rompiendo, se este modo, un consenso político para evitar referencias a una época que avergonzó y lastró a Alemania durante décadas.


Baumann atacó a los principales partidos por cambiar las reglas parlamentarias para garantizar que el legislador de más larga duración abra la primera sesión del Bundestag, en lugar del más antiguo, que habría recaído al AfD. “¿Exactamente cuán grande es el miedo al AfD y sus votantes?”, preguntó el portavoz, que comparó el movimiento a los trucos parlamentarios empleados en 1933 por el ministro nazi Hermann Goering, que era presidente del Reichstag, la cámara alta del Parlamento.


Marco Buschmann, el látigo de los Demócratas Liberales, devolvió el golpe al acusar a los miembros del AfD de presentarse como “víctimas de una oscura conspiración”.”Que realmente hagas una comparación con las víctimas de Goering, realmente te has superado por mal gusto”, dijo Buschmann.


Merkel se sentó en la primera fila con su bancada, en lugar de estar en el banquillo del Gobierno. Hasta que se forme una nueva coalición, Merkel gobernará como canciller en funciones. Merkel gobernó los últimos cuatro años en una gran coalición con los socialdemócratas, que decidieron entrar en la oposición después de registrar su peor resultado desde la Segunda Guerra Mundial en las elecciones de septiembre.


El gobierno interino “tiene los mismos poderes, pero observará las costumbres políticas”, dijo el lunes el portavoz del gobierno, Steffen Seibert. “Por lo tanto, durante la fase intermedia, se adoptará un nivel de moderación y se deberá consultar a los nuevos socios gubernamentales sobre asuntos importantes”.


Los socialdemócratas asumieron su nuevo rol, con el látigo del Partido Socialdemócrata de Alemania, Carsten Schneider, atacando a Merkel por el ascenso de la facción advenediza de derecha. “Su estilo político, señora Merkel, es una de las razones por las que hoy tenemos un partido populista de derechas en el Bundestag”, dijo Schneider. “En esta campaña, has evitado todas las peleas políticas sobre las mejores ideas y conceptos”, le remarcó el socialdemócrata.


Las fricciones con los ultraderechistas se evidenciaron en el rechazo en bloque del Bundestag a las aspiraciones del representante de Alternativa para Alemania, Albrecht Gläser, a asumir una de las vicepresidencias de la cámara baja del Parlamento alemán.


En un movimiento inusual, Gläser recibió en una primera votación 550 votos en contra de un total de 703, mientras que los candidatos propuestos por las demás formaciones recibieron el apoyo necesario para ocupar la vicepresidencia que le corresponde a cada grupo parlamentario, según el reglamento. En la segunda votación, 549 diputados mantuvieron su rechazo al diputado; y en la tercera, cuando solo se requería una mayoría simple, 545 ratificaron su “no”, dejando el puesto vacante mientas una comisión parlamentaria decide en los próximos días cómo proceder para cubrir la vicepresidencia que corresponde a AfD.


Gläser ha defendido retirar el derecho fundamental a la libertad religiosa para los musulmanes al considerar que el islam “no reconoce ni respeta la libertad religiosa”, una idea que han repudiado los demás partidos.


El nuevo Bundestag,
resultado
de las
elecciones
del 24 de septiembre, tiene seis grupos parlamentarios, entre los que el mayor es el bloque conservador de la Unión Cristianodemócrata y la Unión Socialcristiana (CDU/CSU), que cuenta con 246
escaños.


Le siguen, por orden decreciente, el grupo del Partido Socialdemócrata (153 parlamentarios), el de la ultraderechista Alternativa para Alemania (92), el del Partido Liberal (80), el de La Izquierda (69) y el de Los Verdes (67). Además, hay dos independientes.


Según datos de la Comisión Electoral, se trata del mayor Parlamento hasta la fecha, con 709 miembros y una edad media de 49,4 años, de los que un 30,7 % son mujeres, y de los que un 59,2 % han sido reelegidos. La nueva Cámara toma posesión con la proporción de parlamentarias más baja en dos décadas. Seis puntos menos que en la anterior legislatura.


La constitución del Parlamento se produjo en el mismo día en el que está previsto que se celebre la segunda reunión entre conservadores, liberales y verdes para tratar de cerrar una coalición de gobierno liderado por la canciller Angela Merkel.


La semana pasada se produjeron los primeros encuentros bilaterales entre los partidos implicados en esta alianza, inédita a nivel federal, y la primera reunión a tres bandas. Las diferencias programáticas entre los partidos en ámbitos como la inmigración, la integración europea o la política energética hace prever una larga negociación, que podría prolongarse hasta final de año.


Al aceptar mudarse al Bundestag, Schäuble ha abierto el camino para que los Liberales Demócratas Libres (FDP) se hagan cargo de su poderoso Ministerio de Finanzas, que ayudaría a desbloquear las negociaciones.

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