AUSTRALIA INMIGRACIÓN
Los "sin papeles" de Manus costarán a Australia 166 millones de euros al año
La Vanguardia, , 24-10-2017Australia tendrá que pagar al año hasta 250 millones de dólares locales (166 millones de euros) para atender a los cientos de inmigrantes que se quedarán en la calle cuando se cierre el 31 de octubre el centro de detención que tiene en la isla de Manus, en Papúa Nueva Guinea, informaron hoy las autoridades.
Las instalaciones atendían a 742 extranjeros indocumentados a fecha 30 de septiembre pasado, de los que 606 han rechazado las propuestas de volver a sus países.
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El Gobierno australiano les ha ofrecido también la posibilidad de trasladarse al centro de detención que tiene en Nauru, en el Pacífico Sur.
El secretario de Inmigración y Protección Fronteriza de Australia, Mike Pezzullo, declaró hoy ante una comisión del Senado que la culpa de la actitud de los indocumentados la tienen los activistas y grupos de defensa de los derechos humanos porque les animan a resistir, según el diario Sydney Morning Herald.
Las autoridades planean alojarlos temporalmente en Lorengau, la ciudad principal de la isla de Manus, mientras se decide una morada más permanente en Papúa Nueva Guinea o son aceptados por algún país.
El cierre del centro de detención de Manus lo determinó la justicia papuana tras declararlo inconstitucional, según un fallo del Tribunal Supremo del 26 de abril de 2016.
Australia reactivó en 2012 la política de llevar a los “sin papeles” que interceptaba en aguas internacionales a centros de detención en otras naciones de la región para que tramiten desde allí sus solicitudes de refugiados o asilo, como una medida para contener el creciente volumen de extranjeros que acudían al país.
Muchos de los ingresados en Manus y Nauru han huido de conflictos como los que se viven en Afganistán, Darfur, Pakistán, Somalia y Siria; otros han escapado de la discriminación como las minorías rohinyá, en Birmania (Myanmar), o bidún, en la región del Golfo.
La ONU y grupos de defensa de los derechos humanos han criticado esta política australiana y las condiciones precarias e inhumanas que sufren los inmigrantes de los centros de detención.
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