El buque que presuntamente transporta a 600 inmigrantes subsaharianos en dirección al archipiélago canario cambió de rumbo durante el pasado sábado al ser descubierto por las autoridades españolas. No obstante, dos unidades de la Armada y un avión del Servicio Aéreo de Rescate (SAR) permanecían ayer en alerta para interceptar la embarcación, que fue avistada por un avión de Defensa a unas 140 millas al suroeste de la isla de El Hierro.

Según el Centro Nacional de Información, el ‘barco negrero’ zarpó hace una semana de Guinea – Conakry, Senegal o Sierra Leona y se encuentra en paradero desconocido. «No sabemos nada», aseguró ayer Olga Martín, cooperante de Cruz Roja española en el puerto mauritano de Nuabidú.

Al cierre de esta edición, lo único cierto es que el buque se mantenía fuera de las aguas territoriales españolas; posiblemente en una zona donde navegan otros barcos de características similares. Una corbeta y una patrullera estaban preparadas para interceptar a los inmigrantes y prestarles ayuda en el caso de que fuera necesario.

Nueva oleada

Defensa ha declarado la alerta en respuesta a otra dramática oleada de ‘sin papeles’ que el pasado sábado se cobró 32 vidas. Este grupo se ahogó frente Mauritania tras haber pasado dieciséis días a la deriva en un cayuco. Los supervivientes fueron rescatados por un pesquero local, mientras que lejos de allí, a 100 millas al sur de El Hierro, una embarcación española socorrió a 35 individuos. Otros 44 subsaharianos fueron localizados ayer a una milla del sur de Tenerife sin agua y sin comida.

La localización y el rumbo del ‘barco negrero’ han provocado duras críticas del Ejecutivo insular contra la Delegación del Gobierno en Canarias por dudar de la «evidencia» de que la embarcación se diría a las islas. «No es bueno ocultar la realidad», denunció el consejero de Justicia, José Ruano.

El Ejecutivo canario considera que los acuerdos con Mauritania para frenar la inmigración ilegal son insuficientes y exige a la Administración central que organice ya las patrullas conjuntas mauritanas y españolas para cortar el paso a los cayucos.