Los cadáveres de diez
niños y dos
adultos fueron recuperados este lunes tras el naufragio anoche de un barco con refugiados
rohinyás en el río Naf, que sirve de frontera natural entre Bangladesh y Birmania (Myanmar), informaron fuentes de seguridad bangladesíes.

El oficial encargado de la Policía de Teknaf (sureste), Main Uddin, indicó que, además de los cuerpos recuperados, se logró rescatar a 13 personas con vida.

Agregó que aún hay contradicciones en la cifras sobre las personas que viajaban en el bote, que se hundió anoche en la zona de Galar Char, cerca de la playa de Shah Parir Dwip, en el río.

El teniente coronel Ariful Islam, comandante de la Guardia Fronteriza de Bangladesh, indicó que “diferentes supervivientes han dado distintas cifras sobre la cantidad de gente a bordo”. “Estamos siguiendo la búsqueda”, indicó. Su segundo, Shariful Islam, indicó ayer que algunos supervivientes hablaban de que había 80 personas en la embarcación en el momento del hundimiento.

Por su parte, el oficial de operaciones de los Guardacostas en Chittagong (sureste), Alauddin Nayan, afirmó que ayer encontraron a un superviviente que hablaba de un centenar de personas en el bote, pero hoy esa cifra ha bajado. “Ahora tenemos más supervivientes y están dando una cifra distinta de desaparecidos (…) otro superviviente dijo que podrían ser 50 o 60 personas”, afirmo.

La ONU elevó ayer a 519.000 el número de rohinyás que han llegado a Bangladesh huyendo de la violencia en Birmania desde el pasado 25 de agosto.

La crisis de los rohinyás comenzó el pasado 25 de agosto, tras un ataque de un grupo insurgente de esta comunidad musulmana contra instalaciones policiales y militares en el estado occidental birmano de Rakhine, una acción que fue respondida por el Ejército con una campaña que aún continúa.

De acuerdo con testigos y organizaciones de derechos humanos, el Ejército arrasó poblados incendiándolos y ha matado a un número indeterminado de civiles a los que tiroteó cuando vaciaba esas localidades.

El Gobierno birmano asegura que la violencia fue originada por “terroristas rohinyás” aunque el Alto Comisionado de los Derechos Humanos de la ONU ha tildado la operación militar como “limpieza étnica de manual”.

Mientras, el Gobierno de Bangladesh ha propuesto a Birmania enviar al país a su ministro de Interior, Asaduzzaman Khan Kamal, para tratar de resolver la actual crisis de refugiados rohinyás. “Hemos propuesto la visita del ministro de Interior entre el 20 y 30 de octubre”, afirmó en una rueda de prensa en Dacca el ministro de Exteriores bangladesí, A.H. Mahmud Ali, que añadió que están “esperando ahora la respuesta del Gobierno de Myanmar”.

Kamal correspondería así la visita hecha la semana pasada a Bangladesh de Kyaw Tint Swe, consejero de la líder de facto birmana,
Aung San Suu Kyi, y con rango de ministro, en la que Birmania presentó una propuesta para aceptar el regreso de los refugiados a su país.

Además el ministro bangladesí aseguró hoy que durante la visita de Kamal a Birmania se podrían firmar dos Memorándum de Entendimiento (MOU): uno sobre la creación de una oficina de enlace fronterizo en caso de disputas y otro sobre seguridad y desarrollo.

”Una vez sean firmados estos acuerdos, habrá avances suficientes para reducir los problemas en la frontera”, señaló Ali, que se mostró esperanzado de que la firma conllevará una “mejora cualitativa” de la situación.

En ese sentido Ali reveló parte de una conversación que tuvo con Swe, en la que le dijo que, si Bangladesh había sido capaz de resolver sus diferencias fronterizas con la India con 4.000 kilómetros compartidos, los 271 kilómetros que les unen a Birmania no deberían ser un problema insuperable y descartó una posible guerra.

”No participaremos en ninguna guerra con Myanmar, ¿por qué deberíamos hacerlo?”, sentenció el ministro, que definió la posibilidad de un conflicto bélico con Birmania fruto de la crisis de refugiados rohinyá como “suicida”.

Birmania, agregó Ali, ha invitado a los embajadores de los cinco países con los que comparte frontera (Bangladesh, China, la India, Tailandia y Laos) a viajar al estado de Rakáin (antigua Arakan en el oeste birmano), para ver la situación de los poblados rohinyás.

”Hemos permitido a nuestro embajador realizar la visita”, subrayó el ministro, que anotó que el viaje tendrá lugar “pronto”.