El portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha pedido a la alcaldesa Manuela Carmena que dé una solución a los inmigrantes africanos que malviven bajo el acueducto de Amaniel, y le ha acusado de incumplir el mandato del Pleno de acabar con los asentamientos ilegales.

Así lo ha manifestado hoy tras visitar los bajos del viaducto de Amaniel, en el barrio de Bellas Vistas, donde viven en situación de extrema pobreza media docena de inmigrantes procedentes de Ghana, en uno de los 135 asentamientos ilegales que hay en la capital.

Tras escuchar las quejas de los vecinos, Martínez-Almeida ha subrayado las “condiciones infrahumanas” en la que viven, así como la insalubridad y los ruidos que causan, sobre todo las noches de los fines de semana, cuando a la zona acuden también algunos okupas y otras personas que no viven habitualmente allí, según los vecinos.

“En vez de ir a Nueva York, Canadá o Suramérica, pido a la alcaldesa que suspenda su próximo viaje internacional y venga a la plaza de Carlos París para comprobar in situ los problemas reales de los madrileños”, ha dicho el portavoz.

Martínez-Almeida ha pedido una “limpieza intensiva de la zona, una presencia intensiva del Samur Social, poner los recursos del Ayuntamiento a disposición de estas personas”, entre otras medidas, y ha recalcado que los “vecinos han presentado hasta cinco escritos al Ayuntamiento sin obtener respuesta”.

Hace más de un año se convocó “un pleno extraordinario sobre asentamientos ilegales y no se ha cumplido ninguna de las medidas acordadas”, a propuesta del grupo Popular, para acabar con estos asentamientos, añadió el portavoz popular.

Por su parte, los vecinos se han quejado de las molestias que sufren insalubridad, ruidos, algunas peleas entre ellos por excesivo consumo de alcohol, aunque admiten que no se sienten inseguros por su presencia, ya que en las cercanías hay una comisaría de Policía a la que han tenido que llamar en algunas ocasiones.

Uno de los inmigrantes , Gérard, ha dicho que lleva un año viviendo allí junto a otros seis compatriotas, y que “la gente que viene de fuera es la que trae problemas”. Lleva en Europa desde 2008 y ya estuvo en albergues como el San Juan Dios pero “ya no quiere más de eso”.

Tras afirmar que “España es un país para poder vivir como tu país, yo fui a otro país pero volví a España”, ha dicho que sin embargo es “muy duro” vivir bajo el puente y que querría “otra vida”, pero reconoce que su situación es “muy complicada” y que no ve solución ya que el Ayuntamiento “no les ayuda”.

Aunque los vecinos llaman a la policía, “la gente que pasa por aquí nos da dinero y comida”, ha concluido sonriente, aunque oliendo a alcohol, el único de ellos que se ha acercado a hablar con los periodistas, ya que los otros dos que estaban en la zona se negaban a “salir en televisión”.