ITALIA INMIGRACIÓN (ANÁLISIS)
El "miedo" del Gobierno italiano frena la nacionalidad a hijos de extranjeros
La Vanguardia, , 29-09-2017Las divisiones en el Gobierno italiano y el miedo al rechazo de la opinión pública de cara a las elecciones de 2018 han provocado que se deje de lado la aprobación del proyecto de ley que introduce el “Ius Solis”, por el que los niños nacidos en Italia de padres extranjeros podrían conseguir la nacionalidad.
Aunque el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, aseguraba que conceder la nacionalidad a los hijos de los extranjeros nacidos y crecidos en Italia es “un acto de civismo”, todo indica que el miedo a una crisis de Gobierno hará que el proyecto de ley se quede aparcado en el Senado tras su aprobación en la Cámara de los diputados.
La subsecretaria de la Presidencia del Consejo de ministros, Maria Elena Boschi, reconoció anoche que el Gobierno no tiene los números para aprobar la ley en el Senado, por lo que anunció que se dejará definitivamente de lado la aprobación de la controvertida medida.
Boschi afirmó que en la próxima legislatura si el Partido Demócrata (PD) tiene mayoría en el Parlamento “el ‘Ius Solis’ será la primera medida del programa”.
De esta manera, Boschi ponía una definitiva piedra encima de la ley que fue una de las batallas del exmandatario Matteo Renzi.
El proyecto de ley para introducir el “Ius Solis” (derecho de suelo) fue presentado por el PD de Renzi para conceder la nacionalidad a cerca 800.000 niños nacidos en el país de padres extranjeros y que no pueden tener la nacionalidad ya que en Italia existe el “ius sanguinis” (derecho de sangre), por lo que un niño es italiano solo si al menos uno de los progenitores lo es.
La ley, que fue aprobada en la Cámara de los diputados en 2015, prevé que para que los nacidos en el país obtengan la nacionalidad italiana es necesario que uno de los dos padres tenga un permiso de residencia indefinido.
Además, el proyecto de ley introduce la llamada “ius culturae” (derecho cultural) que da la posibilidad de conseguir la nacionalidad italiana a los niños extranjeros menores de 12 años y que han ido al colegio durante al menos cinco años consecutivos.
Para los niños que han llegado a Italia después de los 12 años, la norma prevé que se hayan acumulado seis años de residencia en el país y la asistencia al menos a un ciclo escolar.
Pero mientras que en la Cámara de los diputados el PD tiene mayoría, en el Senado tiene que contar con los votos de sus aliados en la coalición gubernamental, quienes dejaron claro en estos días que no votarían la ley.
El ministro de Exteriores y líder del partido de derechas Alternativa Popular (AP), Angelino Alfano, justificó que no era el momento de votarla, pues se convertiría en un regalo para la xenófoba Liga Norte de cara a las elecciones generales del próximo febrero.
La presentación de la ley ha provocado además duras reacciones por parte de la Liga Norte así como manifestaciones de partidos y movimientos de la ultraderecha italiana.
La decisión de dejar de lado la aprobación de la ley ha causado divisiones también en el seno del Partido Demócrata.
Graziano del Rio, ministro de Obras Públicas y muy cercano al secretario del Pd, Matteo Renzi, había asegurado antes de las declaraciones de Boschi que “la posición sobre el ‘Ius Solis’ no había cambiado y que se votaría con quien estuviese de acuerdo”.
La ministra de Relaciones con el Parlamento y miembro histórico del PD, Anna Finocchiaro, constató que aunque en el Senado faltan 30 votos para aprobar la ley, “se debería buscar una mediación política con otras fuerzas (de la izquierda)” para sacar adelante esta medida.
Para el diputado del Pd de origen marroquí Chaouki Khalid, el partido de Alfano “ha traicionado su compromiso” con el Gobierno y también criticó la posición de su partido que ha dejado la ley de lado teniendo en cuenta “algún punto más en las encuestas”.
Según los analistas, tanto para el partido de Alfano como en el PD pesa el resultado de las últimas encuestas, como la realizada por el diario “Corriere della Sera”, en la que el 54 por ciento de los italianos se muestra contrario a conceder la nacionalidad a los hijos de inmigrantes nacidos en este país.
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