El director de Amnistía Internacional (AI) en Grecia y exportavoz del Gobierno, Gabriil Sakelaridis, denunció hoy las condiciones de vida de los refugiados atrapados en las islas del mar Egeo y criticó la gestión “hipócrita” de la crisis migratoria.

“Las imágenes de las condiciones de vida miserables en los campamentos de las islas griegas se corresponden perfectamente con la realidad: la falta completa de respecto por la dignidad humana y la violación de los derechos elementales de los grupos vulnerables”, destacó Sakelaridis en un artículo publicado en la página web del periódico Efimerida ton Syntaktón.

Sakelaridis fue portavoz del Gobierno de Alexis Tsipras desde enero de 2015 hasta julio de este mismo año, cuando el primer ministro aceptó firmar un tercer paquete de rescate, y poco después dimitió de su cargo de parlamentario y se marchó de la formación Syriza en protesta por la política económica del Ejecutivo.

El ahora director de AI Grecia recalcó que “tras decenas de visitas de funcionarios europeos y griegos a los campamentos de refugiados y decenas de declaraciones sentidas sobre el drama de las personas desplazadas todo se ha quedado como antes”.

Sakelaridis sostiene además que el programa de reubicación de refugiados desde Grecia e Italia a otros estados miembros de la Unión Europea (EU), que venció este martes, ha fracasado.

De las 160.000 reubicaciones previstas, que posteriormente fueron rebajadas a 98.255, “tan solo 27.695 personas (alrededor del 28,5 %) habían sido reubicadas hasta el 6 de septiembre de 2017”, destacó Sakelaridis, que reiteró que el programa es “una historia de fracaso más de la UE”.

“Las declaraciones de solidaridad y de humanismo pueden ser suficientes para apaciguar los remordimientos de los altos cargos europeos, pero no cambian en nada las condiciones de vida trágicas de los miles de demandantes de asilo atrapados en las islas griegas”, afirmó el director de AI Grecia.

Sakelaridis expresó además la necesidad de continuar el programa de reubicaciones e incluir en él a los refugiados que llegaron a Grecia después de la puesta en marcha del acuerdo entre la UE y Turquía para la gestión de la crisis, el 20 de marzo de 2016.

Asimismo criticó el dictámen, emitido la semana pasada, del Tribunal Supremo Administrativo de Grecia, que rechazó el recurso de dos refugiados sirios, cuyas demandas de asilo habían sido denegadas, al calificar a Turquía de “país seguro”.

(Este dictamen) “abre el camino para la deportación de los demandantes de asilo de las islas griegas a Turquía, sin tener en cuenta que allí hay más de tres millones de refugiados sirios”, aseveró.

El director de AI Grecia recalcó asimismo que, según testimonios que ha recogido su organización, “refugiados de Afganistán, de Irak y de Siria han sido deportados ilegalmente a su país de origen, con lo que Turquía no es un país seguro para los refugiados”.