La poscrisis mejora la actitud de los vascos con los inmigrantes
El colectivo magrebí es el que menor grado de simpatía despierta, según Ikuspegi
Diario de noticias de Gipuzkoa, , 28-09-2017bilbao – El escenario poscrisis refleja una mejoría en las actitudes de los vascos con respecto a la inmigración, según el Barómetro 2017 de Ikuspegi, que señala que el Indice de Tolerancia se sitúa este año en el 58,4, el tercero más alto de toda la serie histórica, y que también muestra que el colectivo magrebí es el que menor grado de simpatía despierta en la sociedad vasca. En rueda de prensa, la viceconsejera de Políticas Sociales del Gobierno Vasco, Lide Amilibia, afirmó que “la mejoría de las actitudes hacia la inmigración que se detectaba en 2014, 2015 y 2016 se consolida en 2017”. “De hecho, la inmigración no es considerada como uno de los principales problemas ya que únicamente el 2,4% de las personas que han participado en el Barómetro lo menciona “espontáneamente” como el primer problema.
Por su parte, el director de Ikuspegi-Observatorio Vasco de Inmigración, Gorka Moreno, subrayó que la coyuntura económica es “determinante” a la hora de que la sociedad muestre una visión más o menos tolerante hacia la inmigración. “2017 consolida y ratifica el punto de inflexión que se dio en las actitudes hacia la inmigración en el País Vasco durante los ejercicios pasados. De hecho, el Indice de Tolerancia este año es del 58,4, el tercero más alto de toda la serie histórica”, remarcó.
Los datos arrojados por el estudio señalan que la población vasca presenta una situación “ambivalente” ante la inmigración extranjera, “conviviendo rasgos abiertos y tolerantes con otros que denotan posturas más reacias”, destacó Moreno. Así, los “estereotipos” en torno a las prestaciones sociales se mantienen. Con la crisis, estas percepciones tomaron fuerza, hasta situarse en 2011 en un 65,9% de encuestados que apuntaban que las personas inmigrantes se aprovechan de la Renta de Garantía de Ingresos, “llegando a acapararla”. Sin embargo, a partir de 2014, aunque continúan siendo mayoritarias, pierden relevancia, y esta afirmación la secunda un 51,6% de entrevistados.
Otro estereotipo extendido entre la sociedad vasca es el que dice que las personas inmigrantes “viven de las ayudas sociales” (así lo ve un 44,6%) y que con la presencia de inmigrantes “aumenta el machismo y la violencia de género” (como defiende un 43,2%).
Por el contrario, se detecta un descenso del resto de estereotipos” que presenta el estudio, como el de que “no se quieren integrar” un 28,1% lo mantiene por un 34,6% que está en desacuerdo; “con su presencia baja el nivel educativo de las escuelas” (lo sostiene un 23,6% frente a un 57,2% que lo rechaza) y “nos quitan el trabajo”, lo afirma un 23,1% frente al 62,5% en desacuerdo.
La visión “funcional y utilitarista” de la inmigración con respecto al mercado laboral, es decir, que se adapta bien a éste, se erosionó “considerablemente” con el impacto de la crisis, y, por ejemplo, bajó del 55,9% de las personas que así lo consideraban en 2009 al 30,4% en 2014. Sin embargo, este porcentaje ha crecido desde entonces y ahora el Barómetro lo sitúa en el 41,4%.
Asimismo, un 35% de la sociedad vasca sostiene que la presencia de personas extranjeras genera “inseguridad y delincuencia”, frente a un 41,7% que está en desacuerdo con esta afirmación, y un 37% piensa que los inmigrantes pagan menos impuestos de lo que luego reciben, frente al 26% que considera lo contrario. – E. P.
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