El partido del Gobierno de Hungría ha anunciado hoy la celebración de una consulta a los ciudadanos sobre lo que denomina el “plan Soros”, un supuesto complot del millonario estadounidense George Soros para introducir en Europa a un millón de refugiados cada año.

“El Plan Soros incluye la aceptación de un millón de inmigrantes por año en Europa, la reubicación obligatoria entre los países y la demolición de la valla (alambrada contra la inmigración en la frontera)”, explicó hoy Lajos Kósa, líder del grupo parlamentario del gubernamental Fidesz, informa la agencia MTI.

Por el momento, se desconoce cuáles serán las preguntas de esta consulta ni cuándo comenzará, aunque es probable que arranque con la campaña electoral para las elecciones generales que se celebrarán en la primavera de 2018.

El Gobierno húngaro habla desde hace tiempo de la existencia de un supuesto plan de Soros, sobre el que no existen ni detalles ni pruebas, para inundar la Unión Europea de inmigrantes y repartirlos a la fuerza por todos los países socios.

Según Kósa, la política migratoria de la Comisión Europea es una prueba de que “se está ejecutando el plan Soros”.

Esa acusación surge de una propuesta hecha por Soros en 2016 para que la UE y otras grandes potencias acogieran a más refugiados de zonas en conflicto mediante una estrategia que combinara la protección de las fronteras con un análisis más eficaz de las peticiones de asilo para evitar la llegada de emigrantes económicos.

El millonarios estadounidense de origen húngaro ha sido elevado por el Gobierno populista húngaro a la categoría de enemigo público número uno y ha llegado a colocar carteles en las calles dentro de una campaña contra él.

El primer ministro, Viktor Orbán, ha defendido la idea de una “democracia iliberal” frente al proyecto de sociedad abierta de Soros y su fundación “Open Society”.

El Parlamento húngaro aprobó el pasado abril una ley para forzar el cierre de la Universidad Centroeuropea (CEU) fundada por Soros.

El Ejecutivo que dirige el primer ministro, Viktor Orbán, se opone categóricamente a la inmigración y al sistema de reubicación de refugiados diseñado por la CE, y relaciona directamente inmigración con terrorismo.

La pasada primavera el Gobierno organizó una consulta que bajo el lema “Paremos a Bruselas” preguntó en un cuestionario a los ciudadanos, entre otros temas, si querían convivir con refugiados.

Aunque en esa consulta sólo participaron 1,6 de los 8 millones de húngaros con derecho a voto, el Gobierno calificó como un éxito que el 95 % de los que contestaron aseguraran no querer inmigrantes en el país.