IÑIGO GUTIÉRREZ | DONOSTIARRA INTEGRANTE DE SALVAMENTO MARÍTIMO HUMANO
“Hay gente que piensa que hay que salvar a los refugiados, pero no quiere que vengan aquí”
Tras cinco viajes a Quíos para dar cobertura terrestre a los refugiados, Iñigo Gutiérrez viaja a Malta, para tener un “bautismo de fuego” en rescates de alta mar
Diario de noticias de Gipuzkoa, , 11-09-2017IÑIGO GUTIÉRREZ | DONOSTIARRA INTEGRANTE DE SALVAMENTO MARÍTIMO HUMANO
“Hay gente que piensa que hay que salvar a los refugiados, pero no quiere que vengan aquí”
Tras cinco viajes a Quíos para dar cobertura terrestre a los refugiados, Iñigo Gutiérrez viaja a Malta, para tener un “bautismo de fuego” en rescates de alta mar
ALEX ZUBIRIA – Lunes, 11 de Septiembre de 2017 – Actualizado a las 06:11h
Iñigo Gutiérrez, donostiarra integrante de salvamento marítimo humano.
Iñigo Gutiérrez, donostiarra integrante de salvamento marítimo humano. (Gorka Estrada)
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Iñigo Gutiérrez, donostiarra integrante de salvamento marítimo humano.
DONOSTIA – La ONG guipuzcoana Salvamento Marítimo Humano se ha unido a la andaluza Proem-Aid y han formado Maydayterraneo-Proyecto Aita Mari Zubia, que junto a la alemana Mission Lifeline estarán hasta diciembre en misiones de rescate con el único objetivo de “salvar todas las vidas que se puedan”.
¿Ha sido complicado llegar hasta aquí con todo listo para partir?
-Ha sido muy complicado. Empezamos a darle vueltas a este proyecto en marzo, y fue en mayo cuando llegamos a un acuerdo con Proem-Aid. Desde entonces y hasta ahora ha sido prepararlo todo. Hemos conseguido la primera parte, la financiación para la puesta en marcha de la misión, pero todavía nos queda todo lo demás, lo que vamos a vivir durante los próximos meses. La envergadura de este proyecto es muy grande, fletar un barco de rescate con el material y las tecnologías necesarias es muy costoso y cualquier mínima avería equivale a miles de euros.
¿Cómo han conseguido la financiación?
-Nosotros somos una ONG pequeña. Hemos estado varias veces en Quíos, pero operar desde tierra es diferente y los costes son menores. Toda la financiación se ha conseguido gracias a voluntarios que no van a ir a la misión. La respuesta de las instituciones ha sido increíble. Gobierno Vasco, Juntas Generales de Gipuzkoa y varios Ayuntamientos han aportado dinero y las asociaciones Hotz de casi todo el territorio han buscado fondos privados. El nivel de respuesta solidaria de Gipuzkoa ha sido de sobresaliente.
¿En qué va a consistir su labor allí?
-Partiremos del puerto base, que será Malta, hasta la zona SAR, que es la asignada para la búsqueda y rescate de los refugiados. Allí patrullaremos y estaremos atentos a los avisos que pueda emitir el control de rescates, acudiendo a las zonas en las que haya embarcaciones y asistir a todas las personas posibles. Tenemos intención de realizar esta labor cada quince días. Hemos planificado cinco misiones que comenzaremos la semana que viene y terminaremos a principios de diciembre.
Imagino que era importante acudir antes de que el otoño avanzará.
-Sí, aunque he de decir que la primera fecha que nos pusimos fue junio, pero era muy ambicioso. Para entonces pudimos conseguir la financiación, pero no teníamos el barco. Al final cuando podemos partir es ahora, pero es cierto que el otoño es una época sensible. Los días se acortan y las condiciones del mar no son malas para la navegación, lo que hace que el número de botes a la vez se incremente.
¿Cómo se encuentra en estos momentos la situación en el Mediterráneo?
-En Libia la situación ha empeorado. Allí los refugiados pueden ser vendidos como esclavos, las mujeres violadas y se producen secuestros por parte de las autoridades. Es el infierno en la tierra. Encima las mafias ahora se están dedicando a perseguir y ejecutar en la costa a los que quieren huir. Por eso en el mar de Alborán, durante el último mes, ha habido un repunte del tráfico de personas que buscan alternativas a Libia.
¿Qué esperan encontrar allí? No será nada fácil concienciarse para ser testigos de situaciones extremas.
-Es la primera experiencia en el mar para los tres ONG, es nuestro bautismo de fuego. Nos hemos documentado todo lo posible para saber qué situaciones nos podemos encontrar. Aunque es verdad que la realidad siempre acaba superando a las expectativas. No obstante, tenemos claro que nos vamos a encontrar botes atestados, embarcaciones que no son aptas para la navegación y con gente que viene muy maltratada de tierra y que encima han podido sufrir quemaduras durante el trayecto. Se trata de gente que aparte de física, llegan anímicamente muy mal. Un compañero de rescate nos comentó que hay gente que cuando la han rescatado, pregunta si están volviendo a Libia, porque de ser así prefieren saltar al agua y morir en él.
¿Cree que la gente está concienciada con lo que pasa allí?
-La cuestión de los refugiados está contaminada por el terrorismo yihadista y por las posición de la extrema derecha, que cada vez está siendo más notoria. Hay gente que piensa que hay que salvarlos, pero que no vengan aquí. Si ahora mismo dijéramos que todas estas personas que se recogen en el Mediterráneo las llevamos a un continente nuevo, todos aplaudirían, pero como los traemos aquí, se ponen en contra. No creo que seamos conscientes de lo que está sucediendo. Se trata de un problema que se ha hecho crónico, y que continuará siéndolo. Ahora tenemos los refugiados bélicos, luego tendremos los refugiados económicos y dentro de poco los refugiados climáticos. Lo que está ocurriendo con el huracán en Miami es un claro ejemplo de que se están generando refugiados por un fenómeno natural.
¿Cómo surgió la unión con las otras dos ONG?
-Hubo una reunión en Bruselas en la cual nos invitaron a todas las ONG de rescate del Mediterráneo y conocimos a Proem-Aid. A partir de ahí empezamos a tener largas conversaciones hasta que decidimos unirnos. Con Lifeline fue diferente, ellos consiguieron el dinero suficiente para un barco, pero no para operarlo. Coincidió en el tiempo que nosotros sí teníamos la financiación.
¿Qué objetivos tienen? ¿Ya piensan en futuros proyectos juntos?
-Nuestro único objetivo ahora mismos es salvar todas las vidas que podamos. No obstante, ya hemos hablado del año que viene y hemos planteado el escenario. Visto lo visto, quizás el año que viene nos tenemos que ir a Almería, porque como decía, hacia el mar de Alborán se está dirigiendo el siguiente paso masivo.
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