Dice la ONU que, desde que disponemos de datos fiables, el número de personas obligadas a abandonar sus hogares a causa de las guerras, las violaciones de los derechos humanos, el subdesarrollo, la contaminación ambiental y los desastres naturales nunca ha sido mayor. Más de sesenta millones de personas, de las cuales la mitad son niños, han huido de la violencia o la persecución y hoy son refugiados o desplazados internos. Casi el 90% de los refugiados del mundo son acogidos por países en desarrollo. Ocho países acogen a más de la mitad de los refugiados. Tan solo 10 países proporcionan el 75% del presupuesto de la ONU destinado a aliviar y resolver esta tragedia. Otros 225 millones de personas son migrantes que han abandonado sus países en busca de mejores oportunidades o simplemente para sobrevivir. Se prevé que el número de migrantes seguirá aumentando. Es necesario un pacto mundial para una migración segura, ordenada y regular. Parar los pies a los xenófobos y a los racistas exige un esfuerzo coordinado contra la asimetría geoeconómica creciente, y que resulta tan funcional para un mercado global tan inhumano y desigual.