-INICIA UNA CAMPAÑA INFORMATIVA-

La Comunidad quiere que las inmigrantes denuncien los malos tratos

El Mundo, 02-04-2006

Teresa vino a España hace cuatro años. A trabajar.A vivir. A ganar dinero. En su camino desde Quito ha dejado muchas lágrimas, también mucha gente. Pero Madrid se abre como una nueva vida, un nuevo mundo… en el que arrastra algunas desgracias desde su Ecuador natal: una bofetada en la cocina de vez en cuando.

Las estadísticas demuestran que Teresa, siendo sólo un caso de papel de periódico, es la parte más vulnerable de la sociedad.Las estadísticas insisten en que las mujeres inmigrantes que sufren malos tratos tienen más dudas, más miedos, más rechazo a la hora de acudir a una comisaría a denunciar a su pareja.


Contra esto quiere luchar la Comunidad de Madrid. El consejero de Empleo y Mujer, Juan José Güemes, visitó ayer uno de los dos centros dirigidos a mujeres extranjeras que existen en la región, el de Día Pachamama, en Tetuán. Allí presentó una campaña de información contra la violencia doméstica, agresiones sexuales y el acoso sexual entre las mujeres inmigrantes.


A final de mes, la Comunidad repartirá en los 47 Puntos Municipales de la Violencia de Género más de 4.500 folletos traducidos a seis idiomas: rumano, búlgaro, polaco, francés, inglés y árabe.


Además, va a pedir a la Consejería de Inmigración que haga un mapa por nacionalidades de aquellos puntos de la Comunidad en los que más mujeres extranjeras están empadronadas para enfatizar la acción de esta campaña informativa que tiene, como uno de sus principales objetivos, aumentar el número de denuncias por estos delitos en los hogares de los recién llegados a la región.


El Centro de Día Pachamama, que se abrió en el año 2003 para atender principalmente a suramericanas, fue visitado durante el año pasado por más de 1.500 mujeres.


Además de un trabajo de socialización con el barrio, con la ciudad y hasta con la cultura española, esta casa en femenino se encarga de la promoción y realización de talleres de capacitación como son informática, alfabetización, radio, escritura creativa y hasta búsqueda de un empleo… una puerta para lograr la integración plena de las extranjeras que resulta muy difícil en algunos casos.Entre sus actividades destaca un taller contra la violencia de género, específicamente, y otro para la autoestima, una carencia muy común entre las víctimas de violencia de género.


El 76% de las inmigrantes que acudieron a este centro reconoce que sólo se relaciona con inmigrantes. En concreto, el 39% del total dice convivir únicamente con extranjeros de su propio país.Y hasta se ha detectado un reducto del 4% que admite que sólo convive con su entorno familiar.


La propia Consejería de Empleo y Mujer califica este porcentaje de «mujeres con escasa o nula integración», y eso que hace referencia a personas que han acudido a un centro de la administración regional para reclamar información, ayuda, participación…


Esta falta de integración y un entorno muy cerrado constituyen parte de las dificultades que sufren estas chicas a la hora de plantearse denunciar libremente cualquier tipo de agresión o acoso sexual o un episodio de violencia doméstica.


La parte positiva de esta encuesta es el 20% de las usuarias de estos centros que dicen relacionarse indistintamente con inmigrantes y con población autóctona.

Razones económicas

Tres de cuatro extranjeras aseguran que lo que la impulsó a dejar su país fue la búsqueda de un trabajo. De ahí que el asesoramiento laboral sea el servicio más demandado en este centro (un 61% de las consultas). Sin embargo, es muy importante el 12% de las solicitantes que pide algún tipo de atención psicológica o el 6% que demanda ayuda jurídica.


Y es que sólo un 16% de las chicas que han visitado el Centro de Día Pachamama cuenta con estudios superiores. Una de cada dos cuenta con estudios secundarios y un tercio del total no pasó de la Primaria.


De hecho, los dos centros para mujeres extranjeras, Día Pachamama y el antiguo Baiti, está destinado en concreto a facilitar la vida de estas trabajadoras en la región. Lo que hasta hace poco se ha llamado Baiti, era una casa más destinada a magrebíes que fue visitado el año pasado por unas 400 mujeres. Sus características son muy parecidas: mayoritariamente jóvenes (el 61% tiene entre 26 y 40 años), la mitad está casada o tiene pareja y quieren tener un trabajo tranquilo, mejorar su vida y la de los suyos.


Las trabajadoras de estos dos centros tratan no sólo de mejorar su formación sino de integrarlas también en las distintas administraciones, que también son suyas. Así gestionan las becas de guardería, los recursos sociales…


El consejero de Empleo y Mujer, Juan José Güemes, destacó tras su visita que Madrid es la región con mayor número de extranjeras afiliadas a la Seguridad Social (182.004 trabajadoras) y la única que se acerca a la paridad entre ambos sexos, con un 46,87% de mujeres extranjeras afiliadas.

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