Cataluña, un caramelo para los captadores del Estado Islámico

La existencia de una segunda generación de musulmanes que no tienen sensación de identidad constituye un riesgo

La Voz de Galicia, MARÍA CEDRÓN, 21-08-2017

nadie extraña ver por el Raval, mezclados con los turistas, a hombres de barba larga o mujeres vestidas con largas chilabas que les llegan hasta los pies. Tampoco desconcierta que algunos de los bares que antes pertenecieron a emigrantes de Galicia y otras comunidades españolas estén ahora regentados por pakistaníes o marroquíes. Es curioso como en algunos de los que conservan todavía el nombre original que les colocaron aquellos charnegos, en lugar de lacón se ofrezcan kebabs. Esa imagen que se fija en la retina al pasear por uno de los barrios más multiculturales de la ciudad, donde solo unos metros separan modernos bares de peluquerías masculinas en las que se discute de todo en torno a un té, es la prueba de la dimensión que ha alcanzado la comunidad musulmana en Barcelona y también en Cataluña. Los últimos datos publicados por el Observatorio Andalus Ucide, correspondientes al 2016, muestran como los musulmanes registrados en Cataluña alcanzaban en diciembre del año pasado los 515.452. Solo en la provincia de Barcelona hay 324.483.

Palabras de amor inundan las Ramblas
ATLAS TV Las cifras convierten a la comunidad en el lugar de España con mayor número de habitantes que profesan esa religión, por encima de las que se registran Andalucía (309.586) o en las ciudades autónomas de Ceuta (36.474) y Melilla (44.564).Esa proporción es, como dice un exagente del Centro Nacional de Inteligencia, uno de los factores que convierten a Cataluña en uno de los focos más expuestos a la acción del yihadismo dentro de España. «El riesgo no llega hasta ahí, alcanza toda la franja mediterránea, llegando hasta Valencia [en la comunidad valenciana hay 204.479]», matiza. Explica que hasta ahí es una cuestión de «pura lógica, porque la facilidad que tienen los radicales para pasar desapercibidos es mucho mayor que, por ejemplo, en Ceuta, otra de las ciudades que llevan tiempo en el punto de mira de las fuerzas de seguridad y en las que suelen estar mucho más localizados». Pero hay otro factor que, como coinciden tanto esa como otras fuentes consultadas, tiene un peso mucho mayor: la existencia de una segunda generación de musulmanes nacidos en España, o que vinieron de muy niños, que en algunos casos puede ser más vulnerable a la hora de caer en la red tendida por los captadores del Estado Islámico.

Las flores de las Ramblas
Miguel-Anxo Murado
El carisma de los captadoresEstos últimos, dice otra fuente del ámbito de la seguridad, suelen ser gente con carisma que logran rápido una ascendencia sobre personas que no tienen una personalidad formada o que no tienen sentimiento de pertenecer a ningún país. Para muchos miembros de la comunidad musulmana y expertos en yihadismo ese es el gran problema de fondo sobre el que habría que actuar. «Es verdad que se han hecho muchas detenciones, se han desarticulado células en España en los últimos años, pero normalmente se han descubierto por movimientos que han hecho en Internet, porque han realizado un viaje a Siria o porque la inteligencia de otro país ha avisado. Pero hay que pensar también en los que actúan fuera de las redes para pasar más desapercibidos, reuniéndose en pisos….», añaden.

Mientras, en las calles del Raval se sucede la misma pregunta. «¿Cómo no se dan cuenta [dicen respecto a los autores de los atentados del jueves] de que este es su país? ¿Cómo nos han hecho tanto daño? ¿Por qué lo hacen? ¿Por lo que pasa en Irak, en Siria? No tiene sentido nada de esto», se lamentaba ayer una vecina del Raval que llegó desde Pakistán.
Los comerciantes están preocupados por los efectos de los ataques Los comerciantes están preocupados por los efectos de los ataques M. CEDRÓN Y unas calles más abajo, otro joven marroquí que no quiso dar su nombre matizaba: «Dicen que son de Marruecos, pero no. Parece que eran bereberes…». La solución, coinciden diferentes portavoces de la comunidad musulmana, pasa por la educación, por la integración. En el Raval hay varias asociaciones enfocadas a ello. Tienen trabajo.«Nos han secuestrado nuestra religión, tenemos que liberarla»
. La comunidad islámica está de duelo, un dolor que, como explica Mohamed el Ghaidouni El Morabet, presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de Cataluña, «es doble porque no dejamos de ser una parte de esta ciudad [por Barcelona]. Somos catalanes y musulmanes. Nos están matando de la misma manera». Lo peor, añade, es que «nos han secuestrado nuestra religión, tenemos que luchar para liberarla. Para ello, hay que hacer un esfuerzo continuo en la comunidad, con los jóvenes, hacer que entiendan que los que defienden esa barbarie están equivocados». -¿Cómo podemos hacer entonces para frenar eso? -Como sociedad y como Administración, tenemos que preguntarnos qué estamos haciendo mal porque no cabe duda de que algo falla. A partir de ahí, deberíamos de elaborar un plan estratégico de actuación para intentar frenar el problema e ir a su raíz.-¿Qué factores pueden hacer que alguien, unos adolescentes o chicos jóvenes, caigan en la red de organizaciones radicales como el Estado Islámico? -Hay un error en el que caemos muchas veces, que es pensar que la pobreza es un paso hacia el terrorismo, un factor que puede influir en que los jóvenes caigan en esa red, pero se ha visto que algunos jóvenes de buenas familias han caído. Más que de eso habría que hablar de una marginación identitaria. Entonces habría que buscar mecanismos para que ellos vieran que son tanto catalanes, como europeos como musulmanes. No hemos podido encontrar los medios para que tengan esa identidad. -Sucesos como el del jueves afectan en especial a la integración de la comunidad musulmana, imagino que eso duele. -Cuando se habla de terrorismo, no hay que perder de vista que los primeros afectados son los musulmanes. Pero hay que tener claro que la práctica de la religión no tiene nada que ver con ese tipo de actividades.-¿Cómo o dónde se genera entonces el extremismo que luego conduce a cometer un acto terrorista? -Normalmente lo hace en base a dos factores. El primero es un factor emocional y el segundo, la falta de sentimiento de ciudadanía. Los que adoctrinan buscan ese vacío sentimental y emocional de falta de pertenencia para hacer bombas humanas. La comunidad musulmana llama a la repulsaNo pueden entender que alguien pueda matar en nombre del Islam. Por eso, las comunidades musulmanas de Barcelona han hecho un llamamiento en las redes sociales para convocar a todos los que quieran participar a una concentración y una marcha convocada mañana por la tarde en la plaza de Catalunya. El recorrido todavía estaba pendiente de marcar. Ayer por la tarde, los taxistas desfilaron por las Ramblas en señal de duelo, mientras centenares de turistas o vecinos dejaban su pésame escrito a lo largo del recorrido que hizo la furgoneta que sembró el terror en el centro de la ciudad el jueves por la tarde.
El miedo al rencor cubre el Raval
MARÍA CEDRÓN
.En el Raval, barrio con una numerosa comunidad musulmana, hay menos turistas y menos bullicio del habitual en estas fechas
En el Raval, barrio con una numerosa comunidad musulmana, hay menos turistas y menos bullicio del habitual en estas fechas MARÍA CEDRÓN
Evitar que aflore la islamofobia es una de las prioridades de las autoridades, que temen que un clima de enfrentamiento pueda convertirse en un caldo de cultivo que favorezca nuevos ataques«¡Mamá!, ¿puedo darles también mis muñecos?». Neil tiene cinco años. Ha venido a Barcelona de vacaciones con sus padres desde Marruecos. Al llegar a las Ramblas y ver los altares repletos de mensajes, peluches, flores, velas y caramelos, pregunta qué es todo eso. Su madre trata de explicárselo, pero cuando el pequeño insiste en el por qué, no sabe responder. En realidad nadie lo sabe. Fátima, otra marroquí del norte que lleva 26 años en Barcelona, tampoco encuentra explicación a que adolescentes que han nacido en España puedan llegar a odiar de tal modo este país como para hacer lo que hicieron. Ese pensamiento lleva rondando su cabeza desde el jueves. Tiene miedo y rabia «Soy marroquí. Estoy orgullosa de serlo. Voy por la calle con la cabeza bien alta porque esos niñatos [refiriéndose a los terroristas que perpetraron los atentados del jueves] no van a conseguir que ensucien nuestro nombre, ni el del Islam. Solo tengo miedo de que a mi madre, que lleva chilaba y hiyab, la miren mal o que alguien se meta con ella

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