Parece que la situación en las costas canarias se ha normalizado. Tras un trimestre en el que las pateras eran el pan nuestro de cada día, la Cruz Roja, la Guardia Civil y la Policía Nacional han tenido un ligero respiro. Sin embargo, no hay que bajar la guardia. El delegado del Gobierno advierte de nuevos sistemas de llegada como los barcos negreros.

José Segura pronostica que a las Islas llegarán «barcos de otro porte» que las pateras o cayucos, por lo que, señala el delegado, «tenemos que prepararnos para impedirlo en origen o, si llegan, poderlos detectar y dar la ayuda humanitaria pertinente». Ante la posibilidad del uso de embarcaciones de mayor calado, informan fuentes de la Delegación del Gobierno que facilitaría la labor de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. «Sería más fácil detectarles y obligarles a volver a su puerto de origen ya que podrían hacerlo sin poner en peligro sus vidas como sucede ahora», explican.

A pesar de que en los últimos días parece que el número de cayucos ha disminuido considerablemente, Segura advierte que el problema no está solucionado. «España deberá afrontar en los próximos años una inmigración «numerosa y anárquica», sostiene. Además, se muestra convencido de que el Gobierno de Canarias tendrá que mantener una actitud firme ante el Estado y señala que el colaborará en todo momento para lograr los consensos necesarios con los distintos ministerios.

Lo que está claro es que la llegada de cayucos no va a parar en absoluto. África subsahariana tiene hambre y Canarias es la puerta que conduce directamente a Europa, la tierra prometida. Por ello, Segura indica que Canarias asiste como un observador «muy preocupado» a una presión «que no va a parar» y añade que España, por sí sola, puede hacer muchos esfuerzos, pero también necesita la «sensibilidad potente» en este asunto de la Unión Europea que se hace más necesaria al no tener la UE política de seguridad ni policía comunes.

En su conferencia sobre inmigración que ofreció en la Fundación Pedro García Cabrera, Segura vuelve a apostar por la implantación de elementos tecnológicos que permitan a la Administración conocer «todo lo que flote» en aguas canarias, ya sea tráfico de estupefacientes, material radiactivo, potenciales terroristas o inmigrantes irregulares.

Por otro lado, mañana un grupo de representantes policiales tienen previsto desplazarse a Mauritania con el objetivo de seguir negociando con el Gobierno mauritano la repatriación de inmigrantes clandestino. Las buenas relaciones con este país está haciendo que la situación de llegada masiva de pateras haya podido ser normalizada en cierta medida.

Uno de los principales logros es la posibilidad de abrir un expediente de repatriación a los mauritanos o aquellos que pertenezcan a su zona de influencia de manera inmediata sin tener que esperar los 40 días reglamentarios. De esta manera, se trasladan inmigrantes a África desde el momento que estos expedientes queden cerrados.

cambio de ruta. Sin embargo, en Mauritania no finaliza el problema. El puerto de Nuadibú apareció en el mapa cuando los acuerdos con Marruecos hicieron impermeable su costa. La Delegación del Gobierno no descarta que los inmigrantes sigan yendo hacia el sur, en concreto a Guinea Conakry y que por lo tanto las Islas sigan recibiendo a inmigrantes aunque se espera que en menores cantidades. Otra de las posibilidades que se barajan es que los irregulares elijan otros países como destino. Italia o Grecia podrían ser algunas de las alternativas que podrían elegir, «pero Canarias seguirá en la lista de principales puertos», señalan fuentes de la Delegación del Gobierno en Canarias.

José Segura pronostica que a las Islas llegarán «barcos de otro porte» que las pateras o cayucos, por lo que, señala el delegado, «tenemos que prepararnos para impedirlo en origen o, si llegan, poderlos detectar y dar la ayuda humanitaria pertinente». Ante la posibilidad del uso de embarcaciones de mayor calado, informan fuentes de la Delegación del Gobierno que facilitaría la labor de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. «Sería más fácil detectarles y obligarles a volver a su puerto de origen ya que podrían hacerlo sin poner en peligro sus vidas como sucede ahora», explican.

48 llegan a gran canaria

Un cayuco con 48 inmigrantes, cuatro de ellos con hipotermia y quemaduras, fue interceptado la noche del jueves al puerto de Arguineguín, al sur de Gran Canaria, donde las labores de rescates resultaron complicadas por el mal tiempo.Un buque mercante avistó la embarcación sobre las diez de la noche, cuando una patrullera de la Guardia Civil partió a su encuentro. Una vez arribaron, voluntarios de la Cruz Roja los atendió y trasladó a cuatro de ellos hasta un centro de salud.

Europa cofinanciará el control migratorio en Mauritania

La Comisión Europea aprobó ayer cofinanciar con 9,45 millones de euros 37 proyectos sobre inmigración, asilo y protección de fronteras, entre ellos dos de España, uno para mejorar el control en las costas de Mauritania y otro para reforzar la vigilancia de los flujos del norte de África.

Estos proyectos corresponden a las demandas de financiación presentadas por los estados miembros en 2005 dentro de los programas ARGO, de asistencia administrativa en materia de asilo, inmigración, visados y control de las fronteras exteriores de la UE, e INT, para integración de inmigrantes.

más de 9 millones. La decisión de ayer se refiere a 21 proyectos que recibirán 5,14 millones de euros de los fondos de ARGO, y otros 15 que contarán con 4,3 millones del INT. En el programa ARGO se inscriben los dos proyectos españoles, que contaron con 538.000 euros. Uno es el denominado Atlantis, desarrollado por la Fiscalía y por la Guardia civil española, que recibirá 148.000 euros de fondos comunitarios en el momento en el que las autoridades firmen el acuerdo con la Comisión, lo que se hará «lo más rápidamente posible», explicó a Efe el portavoz europeo de Seguridad, Libertad y Justicia, Friso Roscam.

El objetivo de Atlantis es luchar contra las mafias que operan en el campo de la inmigración ilegal y evitar que los inmigrantes procedentes del África subsahariana intenten alcanzar las costas españolas, principalmente de Canarias, en barcos muy peligrosos.

«Es necesario prevenir y anticipar este riesgo, potencialmente de gran peligrosidad tanto para los propios pasajeros como para la navegación regular».