Los imputados por su vinculación al grupo mafioso marsellés desmantelado esta semana en Cataluña ya son una treintena. A parte de los 13 detenidos, otros dos hombres están encarcelados y hay cursadas nueve órdenes de búsqueda internacional.

La Policía catalana ha informado y trasladado las diligencias a diversas policías internacionales y algunos de los detenidos, la mayoría con antecedentes, ya han pasado a disposición judicial.

El caso lo lleva la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Vic (Barcelona), que ya tiene sobre su mesa miles de páginas con las diligencias policiales y pruebas periciales y documentales. Este juzgado lleva la instrucción porque el primer delito que se le imputa al grupo, cometido en junio de 2003, es un secuestro en la comarca de Osona.

Los Mossos d’Esquadra detuvieron el miércoles a 13 personas de diferentes nacionalidades acusadas de delitos de detención ilegal y secuestro, prostitución de menores, posesión y tráfico de armas, narcotráfico, asociación ilícita y usurpación de función pública. Entre los detenidos hay un mosso. A los dos hombres que ya estaban encarcelados, uno en Cataluña y otro en Francia, se les imputa un delito de tráfico de armas.

La investigación comenzó a finales del año 2003 después de que los Mossos detectaran cuatro secuestros de ciudadanos marroquíes, todos ligados al narcotráfico. Las acciones del grupo marsellés se centraban en el secuestro rápido – como mucho cuatro días – de familiares y gente próxima a los narcotraficantes marroquíes, a quienes reclamaban grandes cantidades de droga a cambio de su liberación.