El subdelegado del Gobierno en la provincia de Valencia, Luis Felipe Martínez, aseguró ayer que la Policía cree que puede haber personas que residen en otras ciudades españolas que podrían estar implicadas en el tiroteo registrado el jueves por la tarde en una vivienda de la localidad valenciana de Alzira, que se saldó con cuatro personas de la misma familia fallecidas y seis detenidos, dos de ellos ingresados en el hospital de la Ribera en estado grave.

El Cuerpo Nacional de Policía mantuvo ayer un amplio despliegue en el barrio donde se produjo el tiroteo entre dos clanes familiares motivado, al parecer, por la custodia de una menor. Según fuentes policiales, los fallecidos son cuatro varones de una misma familia: un hombre de 53 años, sus hijos de 26 y 22 años y su hermano de 37, mientras que uno de los heridos, que se encuentra en estado grave tras haber sido operada para extraerle una bala de la cara, es una mujer de 53 años, esposa del primero.

El segundo herido, ingresado en el Hospital de La Ribera de Alzira por este suceso, es un hombre de 54 años, miembro de la otra familia, que fue la que en la tarde de ayer se presentó en la casa de los primeros e inició el tiroteo, según las primeras investigaciones.La mujer, intervenida en el citado centro hospitalario de un disparo en el rostro,«evoluciona favorablemente y su estado es estable, dentro de la gravedad», mientras que el hombre permanece en observación en el servicio de urgencias.

Los responsables del movimiento asociativo gitano han acordado, en una reunión celebrada hoy, pedir a las dos familias que protagonizaron el enfrentamiento «que no haya más agresiones y que esta situación no vaya a más».