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Los Mossos d´Esquadra siguen la pista a una treintena de personas por su vinculación con el grupo de la mafia marsellesa desarticulado el miércoles en uno de los golpes más importantes contra el crimen organizado en Cataluña en los últimos años. Entre otros delitos, los mafiosos están acusados de cuatro secuestros a familiares de marroquíes relacionados con el narcotráfico a los que exigían importantes cantidades de droga en concepto de rescate.

Además de los trece detenidos el primer día de operación – cinco españoles, cuatro rumanos, dos franceses, un marroquí y un belga – , la Policía investiga a otros miembros de la red, dos de ellos en prisión por otros delitos, y ha dictado siete órdenes de detención nacional e internacional. El grupo también regentaba cinco clubes de alterne en la provincia de Tarragona – en uno de los cuales se encontró a una menor – y otros tres en Zaragoza.

Por otra parte, los Mossos confirmaron ayer que el agente de este cuerpo detenido por colaborar con esta red, J. P.. de 46 años, pertenecía a la escala básica de la primera promoción de la Policía autonómica y llevaba destinado 20 años en Tarragona. Supuestamente facilitaba a la organización distintivos e información policial privilegiada.

Se hacían pasar por policías

Según los Mossos d´Esquadra, la investigación comenzó en 2003 con la resolución de dos de los cuatro secuestros que cometieron los miembros de la mafia marsellesa, y que permitió la identificación del núcleo de otro grupo mafioso francés instalado en Cataluña, en este caso procedente de Lyon y conocido como «Clan Nivois», cuyo jefe RenéPaul N., de 59 años y apodado «El Padrino», también ha sido detenido.

Los integrantes del grupo marsellés, que muchas veces se hacían pasar por policías para llevar a cabo la detención ilegal, retenían a los secuestrados un máximo de cuatro días exigiendo a sus familiares narcotraficantes importantes cantidades de droga para su liberación. Solamente dos de los cuatro secuestros tuvieron éxito y los mafiosos consiguieron más de dos toneladas de hachís de sendos rescates.

Por su parte, el «Clan Nivois» debía facilitar a los marselleses la infraestructura necesaria para ocultar a los secuestrados y recibir el rescate. Durante la operación, los agentes descubrieron para este cometido un escondite tipo «zulo» bajo el jardín de uno de los domicilios de los detenidos, y un vehículo acondicionado para transportar drogas y armas en lugares ocultos.

Los agentes también intervinieron diversas armas de guerra – cinco subfusiles Kalashnikov, dos subfusiles 7,65 Springfield, 2 pistolas Raikal de origen ruso, un rifle de repetición y abundante munición – , todas ellas utilizadas en actos delictivos cometidos en 2004, según los Mossos d´Esquadra. También se decomisaron matrículas falsas, documentación, sirenas, luces policiales y droga. El subjefe de la División de Investigación Criminal de los Mossos, el intendente Joan Carles Molinero, declaró ayer que «han sido más de dos años de investigación para desarticular esta célula de la mafia marsellesa, que es una de las más violentas de Europa». Esta operación, que aún continúa abierta, «nos conducirá a resolver decenas de delitos cometidos en los últimos años», apuntó Molinero.

A la cárcel

Todos los detenidos, la mayoría con antecedentes, pasaron ayer a disposición del Juzgado número 1 de Vic, y al cierre de esta edición, dos de ellos habían ingresado en prisión. Tres estaban aún pendientes de prestar declaración ante el juez. Los investigadores no descartan nuevas detenciones.

Los Mossos han constatado que este grupo, algunos de cuyos miembros fueron integrantes de un clan criminal muy activo de la costa levantina en la década de los ochenta, se relacionaba con otros mafiosos dedicados al tráfico internacional de cocaína.