El primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, dijo hoy que el código de conducta que regula los rescates de las ONG en el Mediterráneo central y los acuerdos con Libia está dando “poco a poco resultados”, como la reducción del flujo migratorio.

“El código sobre inmigrantes es una parte fundamental de una estrategia conjunta sobre la inmigración. Esta estrategia también en colaboración con las autoridades de Libia está produciendo poco a poco resultados”, dijo en una entrevista en el informativo de Rai 1.

Gentiloni celebró que “los flujos migratorios se están reduciendo gradualmente”, dado que desde el pasado 2 de agosto el número de llegadas de inmigrantes a los puertos del sur de Italia es menor que el año pasado.

Por eso el primer ministro italiano dijo que “gana el Estado y pierden los traficantes de inmigrantes” en el Mediterráneo con esta estrategia.

Para combatir a las mafias, su Ejecutivo, apoyado por el Parlamento, ha impulsado una misión naval para patrullar junto a las autoridades libias en Trípoli, previa petición del jefe del Gobierno de Unidad Nacional, Fayed al Serraj, que controla solo la capital de ese fraccionado país norteafricano.

Desde la costa libia zarpó la gran mayoría, alrededor del 97 %, de los 96.845 inmigrantes rescatados y después desembarcados en Italia en lo que va de año, un 3,47 menos que en el mismo periodo del 2016, según el Ministerio del Interior.

En el Mediterráneo central opera una decena de organizaciones humanitarias con sus propios medios y el Gobierno les ha propuesto un código de conducta con trece normas a respetar, como la aceptación de un oficial italiano a bordo o la imposibilidad de trasladar rescatados de una nave a otra.

Ese documento ha sido firmado por organizaciones como “Save the Children” o la española “Proactiva Oper Arms”, que lo ratificó hoy, pero rechazado por otras como “Médicos Sin Fronteras” o la alemana “Jugend Rettet”, a la que le han confiscado su nave y que está siendo investigada por supuestos contactos con traficantes.

El texto ha supuesto tensiones entre el ministro de Interior, Marco Minniti, su principal impulsor, y el ministro de Infraestructuras y Transportes, Graziano Delrio, quien ha abogado por colaborar también con las ONG que no han firmado el código con el objetivo de salvar vidas humanas.

Delrio, cuyo ministerio controla la Guardia Costera, que coordina los rescates, dijo que Italia “hace la guerra contra los traficantes y no contra las ONG”, lo que suscitó el malestar de Minniti, que ayer no participó en el Consejo de Ministros.