Si los datos de Gipuzkoa no difieren demasiado de la evolución del sida en el mundo occidental, el año pasado sí que hubo una excepción. Se observó un descenso de casos de contagio entre la población inmigrante, cuando la tendencia es justamente la opuesta. Concretamente, el año pasado el 14% de las nuevas infecciones por VIH afectaron a la población inmigrante cuando el año anterior fue el 26%, una proporción más en consonancia con la tendencia general. Pero es una circunstancia puntual dentro de unas cifras de contagio relativamente bajas. Lo que preocupa a los expertos es el avance de la infección entre este colectivo, que ha pasado en pocos años de un 3% a la cuarta parte de los nuevos contagios. Esta circunstancia describe un nuevo panorama en el tratamiento de la enfermedad, tanto desde el punto de vista farmacológico como cultural. Y esta precisamente será una de las materias que se abordarán en el X Congreso Nacional sobre el Sida, que se celebrará el próximo año en el Kursaal.