Los venezolanos que han tenido que dejar su país ya son el colectivo con más riesgo de caer en la pobreza de la ciudad, a juzgar por las peticiones que están registrando en la Asociación de Movilidad Humana y en Cáritas, además de otras entidades. Todos los gestores de estos puntos de ayuda están realmente preocupados y por eso algunos de estos refugiados están pensando en crear una plataforma con la ayuda de agentes como Soledad Lucero. «Ya estamos ante un bum de llegada de inmigrantes como el que tuvimos en el año 1998 y con problemas añadidos: la mayoría de las personas no han podido traer su documentación y se sienten perdidas, así que corren el riesgo de caer en empleos precarios», explica, Soledad, una de las responsables de la Asociación de Movilidad Humana con sede en la calle de la Iglesia. A este mostrador el 80 % de las peticiones urgentes que llegan ya son de personas que han escapado de la situación del país que preside Maduro. En Cáritas hace meses que detectaron el mismo problema, en especial a principios del verano cuando tuvieron que atender 16 casos de golpe. 40 cabezas de familia en un mesSoledad Lucero asegura que en un mes les llegaron 40 personas que tenían una familia a su cargo solicitando todo tipo de ayuda. Por esta razón, el reparto de pescado donado por un buque de Ares que realizaron ayer fue casi en su integridad para casas de familias llegadas de Venezuela.