Tras una hora larga de reunión a puerta cerrada, los presidentes de México, Vicente Fox, Estados Unidos, George W. Bush, y el primer ministro de Canadá, Stephen Harper, acordaron aumentar la cooperación y volver a mantener un encuentro tripartito el próximo año en Canadá. Ayer, los equipos de trabajo y empresarios de las tres naciones, se incorporaron a la último encuentro de la cumbre de dos días realizada en el balneario mexicano de Cancún con el objetivo de evaluar el marco la Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte, un paso por arriba del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

Los tres mandatarios tenían prioridades diferentes para la cita. Mientras que Fox buscaba la concreción de un acuerdo migratorio, Bush estaba preocupado por la seguridad fronteriza y Harper por el comercio. Sin embargo, en una rueda de prensa conjunta con la que se puso fin a la mini cumbre, expresaron que estaban de acuerdo en que se debía fomentar la competitividad de la región y en la importancia de garantizar la seguridad.

Según Bush, eran conscientes de que la justicia social debía ir de la mano del libre comercio y que los tres gobiernos deben «trabajar duro para lograr unas fronteras más seguras». Fox abundó en el tema al asegurar: «Somos conscientes de que la seguridad es fundamental para nuestro desarrollo futuro, es un problema compartido por los tres países». Estados Unidos y México comparten más de 3.000 kilómetros de frontera por la que intentan ingresar indocumentados latinoamericanos para ver cumplido el ‘sueño americano’. Anualmente unos 500 pierden la vida tratando de cruzar al vecino del norte.

Avance

Bush prometió que avalará una reforma migratoria, que está a punto de ser aprobada por el Senado, si incluye seguridad y un programa de trabajadores temporales. Fox también habló con Harper de la ampliación del programa de trabajadores mexicanos en Canadá. Y en conjunto, se mostró optimista: «Me parece que es la vez que más hemos avanzado en cien años en materia migratoria para tratar de llegar a un acuerdo que se plasme en ley y que haga de la migración un asunto ordenado, legal, seguro, de pleno respeto a los derechos humanos»