HRW acusa a la policía francesa de abusos contra los inmigrantes en Calais

La Vanguardia, efe, 27-07-2017

Human Rights Watch (HRW) acusó hoy a la policía francesa de “abusos sistemáticos” contra inmigrantes y demandantes de asilo en Calais, una alegación que la delegación local del Gobierno consideró “calumniosa” e “infundada”.

La organización internacional de derechos humanos destacó en un informe que las fuerzas del orden rocían con gas pimienta a los inmigrantes, niños y adultos, mientras duermen o en otras circunstancias en las que no presentan ninguna amenaza.

“La policía también rocía o confisca sacos de dormir, mantas y ropa, y a veces echa el espray sobre su comida y agua, aparentemente para forzarles a abandonar la zona. Tales actos violan la prohibición de un trato inhumano y degradante y los estándares internacionales de conducta policial”, añade el texto.

Su informe está basado en entrevistas a más de 60 demandantes de asilo e inmigrantes en Calais y Dunkerque, incluidos 31 menores no acompañados, este mes y el pasado junio.

HRW se reunió también con representantes de la delegación local del Ejecutivo, del Ministerio del Interior y de asociaciones humanitarias que operan en la zona, donde en octubre de 2016 fue desmantelada la llamada “Jungla” de Calais, un campamento que llegó a concentrar a miles de inmigrantes.

La ONG denunció que cerca de 400 demandantes de asilo y otros migrantes, la mayoría de Eritrea, Etiopía y Afganistán, viven ahora en calles de la ciudad y en zonas boscosas circundantes, de los cuales unos 200 son menores no acompañados.

A ellos se les suman, según sus cálculos, al menos otros 300 adultos y niños instalados en campamentos de inmigrantes y en los alrededores de Dunkerque y Grand Synthe, en el este de Calais.

HRW critica que las autoridades respondan a su creciente llegada impidiéndoles el acceso a la comida, el agua y las necesidades básicas, y que la policía haya impedido en ocasiones a los trabajadores humanitarios fotografiar o filmar este tipo de episodios.

La ONG pide al Ministerio de Interior remover los obstáculos a la protección de los refugiados, garantizar que los menores acceden a los servicios de protección, y transmitir que el abuso policial no será tolerado.

La Prefectura de Pas de Calais, por su parte, lamentó esas acusaciones, subrayó que los agentes actúan dentro de las normas del Estado de Derecho, “con el único objetivo de hacer respetar el orden y la seguridad pública”, y aseguró que se presta especial atención a las personas vulnerables.

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