(Actualiza con declaraciones de la ONG española Proactiva)

Las organizaciones humanitarias que salvan inmigrantes en el Mediterráneo central propondrán el próximo viernes sus enmiendas al código de conducta presentado por el Gobierno italiano para regular sus labores de búsqueda y rescate en el mar.

Representantes del Ministerio del Interior se reunieron hoy en Roma con las ONG que operan en el Mediterráneo para ilustrar ante estas los puntos previstos en el código de conducta, dirigido a establecer “reglas claras” en el rescate de inmigrantes.
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El Ministerio señaló en un comunicado que el encuentro de hoy, el primero, transcurrió en un “clima de común colaboración” pero que para “definir diversos aspectos” el viernes se celebrará otra reunión para que las ONG propongan enmiendas específicas al código.

El texto, secundado por la Unión Europea, tiene como objetivo dictar una serie de normas que regulen la acción de las ONG que salvan vidas en la zona de búsqueda y rescate (SAR, por sus siglas en inglés) del Canal de Sicilia, frente a las costas de Libia.

Entre otras cosas prohíbe el traspaso de inmigrantes rescatados a otras naves, la entrada en aguas libias o la emisión de señales luminosas que puedan avisar a los traficantes de personas de su presencia, según informan los medios locales.

El código de conducta también exige la presencia en los barcos de las ONG de un oficial judicial que supervise su trabajo y declarar sus fuentes de financiación.

Según las mismas fuentes, dos de las medidas más discutidas por las ONG son la prohibición de traspasar inmigrantes a otras naves y la presencia de las autoridades italianas en sus naves.

El jefe de misión de la ONG española Proactiva Open Arms, Gerard Canals, explicó a Efe que la parte “positiva” del encuentro es que ha sido “abierto” ya que el Gobierno “no ha impuesto un documento en el que firmar” sino que han podido plantear sus dudas y preguntas.

Sobre el texto dijo que hay puntos que son “inaceptables” pero que en gran medida es también “una descripción” de su modo de operar actual ya que, señaló, las organizaciones humanitarias ya trabajan de forma coordinada con la central de rescates marítimos en Roma.

Sobre la presencia de la policía judicial italiana a bordo de las naves Canals dijo que no encuentra sentido a esta posibilidad desde el punto de vista práctico porque su nave cuenta con 18 plazas y la presencia de un agente restaría una al personal técnico que colabora en los rescates.

Tampoco cree que sea “viable” para las autoridades italianas porque consideró que el agente en cuestión difícilmente podrá hacer sus investigaciones entre los numerosos rescatados.

“No nos negamos en rotundo pero tenemos unas preguntas: ¿es una persona armada? ¿Se va a someter a las reglas del barco? Hay una serie de consideraciones que queremos conocer antes de aceptar”, dijo.

Mientras, el flujo migratorio desde el norte de África, sobre todo desde la descontrolada Libia, hacia Italia sigue siendo muy elevado y en lo que va de año, hasta hoy, han desembarcado en puertos del sur del país 93.417 inmigrantes, un 5,72 % más que hace un año, según datos de Interior.