En un sorpresivo anuncio, quizás pensando en sus últimos varapalos en los sondeos preelectorales, el primer ministro Silvio Berlusconi anunció ayer que Abdul Rahman, el afgano que estuvo a punto de ser condenado a muerte por dejar el Islam y convertirse al cristianismo, está en Italia en un «lugar secreto», además de confirmar que ya ha dado su consentimiento para que se le conceda asilo político.

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En una rueda de prensa en el palacio de , Berlusconi comunicó anoche que Abdul Rahman «está ya en Italia. Pidió asilo político y está bajo protección del Ministerio del Interior». Fuentes de dicho ministerio confirmaron la noticia explicando que el afgano se encuentra a buen recaudo en Roma y será hoy cuando solicite formalmente asilo político en Italia.

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La decisión de conceder el asilo fue tomada ayer por el Consejo de Ministros, pero no fue unánime. Entre las objeciones a la concesión estuvo la del titular de Justicia, Roberto Maroni, representante de Liga Norte. Maroni explicó que si en la elaboración del Código Penal y la Constitución de afgana colaboraron magistrados italianos, el conceder el asilo político a Rahman no es una respuesta suficiente al problema, «porque Afganistán no puede ser un país en el cual la ley islámica se aplique sin ningún control».

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El ministro de Exteriores Gianfranco Fini, había ofrecido el lunes acoger en Italia a Rahman, oferta que también le hizo Alemania.

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Los últimos diez días han sido muy intensos para Abdul Rahman, quien acaparó la atención mundial después de ser acusado de apostasía por «rechazar el Islam», un delito que en Afganistán se castiga con la pena de muerte. Ayer cogió un avión con destino a Italia, después de que fuera puesto en libertad en la noche del lunes tras ser desestimado el domingo su caso por el Tribunal Supremo afgano.

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Una broma documentada

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Muchos han visto en el anuncio un intento de Berlusconi por hacer olvidar su última metedura de pata: afirmar que en la China de Mao se hervía a los niños para abonar los campos fue una «broma» documentada. Ayer, Il Cavaliere intentó reducir la tensión con Pekín señalando que fue una «broma» en la que se citaba «un hecho históricamente incontrovertible».

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Tras su reunión ayer en Bruselas con el grupo de Partido Popular Europeo, Berlusconi señaló que «en dos horas de discurso hice una broma citando un hecho históricamente incontrovertible» y reiteró que «históricamente está probado». Además arremetió contra los medios al asegurar que «el 90% de los periódicos están de la otra parte» y «las televisiones para nosotros son impracticables».