?l empresario arousano Marcial Dorado Baúlde será procesado en los próximos días por su presunta implicación en el transporte de los 5.734 kilos de cocaína – peso neto – que fueron localizados el 12 de octubre del 2003 en el mercante South Sea tras ser abordado en alta mar y trasladado al puerto de Vilagarcía para su registro.

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El procesamiento, según la petición que acaba de formular el fiscal Carlos Miguel Bautista Samaniego al titular del Juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional, afectará también a otros 39 imputados en esta causa, cuya instrucción inició el Juzgado número 1 de Vilagarcía.

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La responsabilidad de Marcial Dorado en los hechos, según la petición del fiscal, vendría derivada de su relación de propiedad con la embarcación Nautillus, de 16 metros, con bandera de Belice y con base en el puerto griego de Kalamata.

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El representante del ministerio público relata que fue adquirida el 29 de marzo del 2003 por el ucraniano Eduard Orudzhev, en nombre de Roberto Leiro – un arousano imputado como principal responsable de la infraestructura de transporte – a la sociedad Bio Research Marine Inc., domiciliada en Belice y que pertenece a Marcial Dorado, aunque su representante legal en España es el arousano Benigno Santos Allo, mano derecha de Dorado Baúlde, según el fiscal.

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A pesar de que teóricamente la Nautillus fue vendida el 2 de marzo del 2003, salió de Grecia el día 23 de ese mismo mes a nombre de la aludida sociedad de Belice. «La embarcación – precisa el fiscal en la petición de procesamiento – permanecerá registrada a nombre de la empresa de Marcial Dorado hasta el 30 de septiembre, escaso tiempo después de que se realizase una carga de, aproximadamente, 2.000 kilos de cocaína, momento en que pasará a nombre de la empresa Transportes del Golfo. Mientras tanto – añade – , Marcial Dorado participará y estará al corriente del destino que se le va a dar a la embarcación».

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Cuatro redes

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El escrito presentado por el fiscal al juez instructor relata que la investigación, que culminó con el apresamiento del buque South Sea, sacó a relucir cuatro organizaciones de grandes narcotraficantes. La primera estaba presuntamente liderada por Roberto Leiro Santos, que disponía de una compleja infraestructura de transporte marítimo.

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La segunda sería una de las redes colombianas que suministraban la droga y que contaba entre sus representantes en España con Carlos Somoza Miguéns y José Ferreiro Magariños. En la tercera, también colombiana, las cabezas visibles en España serían el armador coruñés Jorge Álvaro López y Eduardo de Jesús Henao.

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La cuarta también se dedicaba al transporte marítimo y estaría liderada por el armador coruñés Manuel Mejuto Lorenzo, auxiliado por su hijo Alberto.