Los inmigrantes se suman a los colectivos más vulnerables a la enfermedad del sida
El Congreso Nacional sobre la dolencia denuncia la discriminación social y laboral que siguen sufriendo los afectados
La Verdad, 31-03-2006Los inmigrantes se han sumado a los colectivos sociales más vulnerables al sida en la actualidad. Así se puso de manifiesto ayer en el IX Congreso Nacional sobre la enfermedad que se desarrolla hasta hoy en Barcelona y en el que se alertó sobre la discriminación laboral y social que sufren los afectados. En este sentido, los expertos apelaron a los poderes públicos a que presten una mayor atención al problema e impulsen un «ambicioso plan» en el ámbito de la educación sexual, cívica y escolar para «acabar con los prejuicios y las injusticias que sufre un sector de nuestra sociedad». Además, pidieron la puesta en marcha de medidas a favor de una mejor prevención y tratamiento de la enfermedad.
Este fue uno de los aspectos más debatidos en las diversas mesas redondas y talleres que se llevaron a cabo durante la segunda jornada del Congreso. María José Fuster Ruiz de Apodaca, coordinadora de CESIDA en España, una entidad que agrupa a unas 60 organizaciones que luchan contra el Sida, pidió al Gobierno y al conjunto de los poderes públicos que «escuchen nuestra voz», porque, «aunque estamos muy contentos por los avances científicos que se han dado, seguimos denunciando la existencia de una gran discriminación y muchos prejuicios sobre los enfermos por el VIH».
Los ponentes destacaron que en España, en muchos casos «la discriminación es, sobre todo, de carácter indirecto y muy invisible». Según señaló María José Fuster, «la marginación de los enfermos se manifiesta, por ejemplo, en el ámbito laboral, cuando algunos empresarios no quieren contratar a personas afectadas por el VIH, porque tienen miedo; pero también en la vida diaria, en los centros de trabajo y de estudio, donde personas que viven con el VIH tienen que esconder su situación, porque saben que corren el riesgo, si se sabe, de verse arrinconadas».
Además, los congresistas coincidieron en que los seropositivos y las personas que han desarrollado la enfermedad «chocan con un muro de incomprensiones en muchos ámbitos de la vida social, porque no hay suficiente información, y prevalecen muchos tópicos». Los afectados también tienen que hacer frente a una serie de trastornos físicos y psicológicos derivados de la enfermedad que, según señaló la coordinadora de CESIDA en España, «no están plenamente reconocidos por la sanidad pública y las autoridades, como, por ejemplo, el caso de la cirugía reparadora, la liposucción o el lavado de semen para los enfermos de sexo masculino que quieran ser padres».
Junto con las mujeres, los inmigrantes son el colectivo más vulnerable socialmente a la enfermedad y el que conlleva un riesgo muy elevado de infección por VIH. En el periodo 2000 – 2003, la incidencia de la enfermedad en el colectivo inmigrante de África subsahariana fue mayor que en otros grupos, excepto los drogodependientes, sobre todo en el caso de los homosexuales.
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