Bush legalizará a los «sin papeles» si Fox vigila su frontera norte

México, satisfecho con la resolución del Senado para regularizar a 1,5 millones de trabajadores

La Razón, 31-03-2006

Ciudad de México – George W. Bush visitó ayer la zona arqueológica maya de
Chichén – Itzá acompañado por el primer ministro canadiense, Stephen Harper,
y el presidente de México, Vicente Fox. El gran tema de fondo de este
encuentro es el de la emigración ilegal, sobre el que Estados Unidos
parece dispuesto a hacer importantes concesiones.
   Bush, Harper y Fox
recorrieron a primera hora, sin comitivas ni asesores, la llamada
«Pirámide de Quetzalcóatl», el observatorio astronómico y el «cenote
sagrado», y asistieron a una exhibición del juego de pelota que
practicaban los mayas. En este ambiente informal y sin protocolos los tres
políticos iniciaron los contactos de la Alianza para la Seguridad y la
Prosperidad de América del Norte, mecanismo suscrito hace un año por
México, EE UU y Canadá y que pretende trascender el Tratado de Libre
Comercio entre las tres naciones. Tras este primer encuentro, Bush, Harper
y Fox se trasladaron en helicóptero a Cancún, donde prosiguieron las
conversaciones en encuentros bilaterales.
   En el primero, Fox y
Harper hablaron sobre la aspiración mexicana de que Canadá amplíe el
programa de trabajadores temporales a más provincias y sectores de la
economía, el comercio, la inversión y la cooperación bilateral, entre
otros asuntos. Pero la más esperada de las reuniones fue la celebrada
entre Bush y Fox, donde pasaron revista a varios temas bilaterales, los
más importantes la emigración y seguridad fronteriza. A diferencia de
otros encuentros, Fox acudió a la cita con cierto optimismo, luego de la
decisión del Comité Judicial del Senado estadunidense de aprobar un
proyecto de reforma migratoria que incluye varios planteamientos de México.
   El presidente mexicano considera positiva la decisión del comité, pues en
el proyecto de ley se plantea legalizar a 1,5 millones de trabajadores
agrícolas en cinco años, un programa de trabajo temporal para el ingreso
futuro de 400.000 extranjeros anuales, la mayoría mexicanos, que les
ayudaría a obtener en un futuro la ciudadanía estadounidense. Como
contrapartida, la iniciativa propone incrementar en 12.000 el número de
agentes de la Patrulla Fronteriza, que serían reclutados en un período de
cinco años, cifra que duplicará la cantidad de vigilantes que hoy tiene
esa corporación.
   

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