MANUEL M. CASCANTE

CORRESPONSAL

CIUDAD DE MÉXICO. Con un paseo por las ruinas mayas de Chichén Itzá comenzó ayer la cumbre entre Canadá, Estados Unidos y México (países socios del Tratado de Libre Comercio para América del Norte), cuyos primeros mandatarios presiden hasta hoy, en Cancún, la segunda reunión de la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte. Además, Stephen Harper, George W. Bush y Vicente Fox mantendrán respectivos encuentros bilaterales. En su mensaje de bienvenida a tierras mexicanas, Fox aseguraba que en esta cita ha de definirse el futuro del subcontinente.

El siempre postergado acuerdo migratorio entre México y EE.UU. centrará la entrevista de los presidentes de ambos países. La posibilidad de ampliar la longitud del muro que delimita sus fronteras y la iniciativa del Comité Judicial del Senado estadounidense para estudiar la posible regulación de casi 12 millones de inmigrantes ilegales han dado nuevos bríos a este recurrente debate. Aunque las autoridades mexicanas no esperan resultados espectaculares, se confía en fortalecer la idea de que la migración es un asunto prioritario en las relaciones mutuas, y en que su gestión, así como la tarea de la seguridad fronteriza, deben ser responsabilidades compartidas.

En vísperas de la reunión Bush declaraba a la cadena CNN que «no es práctico construir un muro a lo largo de la frontera, pero también es realista dar a nuestros agentes fronterizos herramientas para que hagan su trabajo». El presidente norteamericano volvió a defender una reforma migratoria amplia que cuente con un programa de trabajadores temporales, pero rechazó la legalización inmediata de los indocumentados que viven en EE.UU., en su mayoría de origen hispano.

Fox, a la ofensiva

El asunto migratorio tiene tanta importancia para el Gobierno mexicano que éste publicó en los principales diarios de su vecino del norte un anuncio, a toda plana, donde explicaba su compromiso para frenar la emigración ilegal desde su territorio si Washington define finalmente su reforma migratoria. El Ejecutivo de Fox insiste en ese documento (suscrito por todos los actores políticos y sociales con el título «México frente al fenómeno migratorio») en la común necesidad de «impulsar el desarrollo económico y social» de México, para incentivar la permanencia de sus nacionales en el país.

En la segunda de las charlas «vis a vis» de esta cumbre estaba previsto que Fox y el primer ministro canadiense hablasen sobre las aspiraciones mexicanas de que el país del arce amplíe su programa de trabajadores temporales a más sectores de la economía, aparte del agrícola. En el tercer encuentro, Bush y Harper abordarán el litigio comercial sobre la madera canadiense que se exporta a Estados Unidos y la devolución de los 5.000 millones de dólares recaudados como derechos compensatorios por Washington.

Para hoy está prevista la reunión trilateral, que se desarrollará en dos fases, y en la que se estudiarán los resultados y el desarrollo del Tratado de Libre Comercio, así como el establecimiento de mecanismos de colaboración para afrontar una eventual presencia del virus de la gripe aviar en la región.