Merkel y Macron se solidarizan con Italia sin ofrecer medidas concretas

Paolo Gentiloni se ha reunido con sus homólogos en una reunión trilateral para tratar la crisis migratoria y solicitar más implicación del resto de la UE

El País, Daniel Verdú, 12-07-2017

Italia organizaba la cumbre de la UE con sus vecinos de los Balcanes en Trieste y no ha querido desaprovechar la oportunidad para forzar un encuentro trilateral con Alemania y Francia y tratar el tema que más le preocupa: la inmigración. De este modo, Paolo Gentiloni se reunió durante 45 minutos con sus homólogos Angela Merkel y Emmanuel Macron para insistir en la ayuda urgente del resto de la UE que necesita el país transalpino frente a la crisis migratoria que sufre. La respuesta positiva, aunque sin demasiadas concreciones, ha venido acompañada de la necesidad de poner al día el compromiso europeo invocada por los tres mandatarios.

Merkel y Macron han expresado su plena solidaridad con Italia, que lleva semanas reclamando la apertura de puertos a otros países y repartir el peso del fenómeno. No se esperaba otra cosa. Sin embargo, y pese a entonar el mea culpa y reconocer que Francia no había hecho suficiente esfuerzo hasta ahora en la cuestión migratoria, el primer ministro francés –que ha llegado tarde a la reunión porque venía de un consejo de ministros en el que se ha tratado este tema y solo ha estado con sus homólogos 10 minutos – ha diferenciado claramente entre lo que su país considera refugiados políticos, a quienes acogerán sin más obstáculos, y los que son “inmigrantes económicos”. “Son dos realidades diferentes, y no tienen los mismos derechos. No podemos acogerles”, ha señalado.

Sus palabras, que no son completamente nuevas, han generado una cierta decepción en Italia, que ahora mismo sí tiene que lidiar con ambas categorías –de hecho alrededor del 90% de los 200.000 migrantes que llegaron el año pasado no recibieron el estatus de refugiados políticos – y sigue sin ver ninguna solución al problema. “Han sido palabras algo más solidarias que en otras ocasiones”, señalan fuentes cercanas al gobierno italiano.

La canciller alemana, que ha alabado el papel de Italia en el conflicto migratorio, ha sido algo más precisa y ha hablado de “estabilizar” los países donde comienza el problema migratorio. Especialmente Libia, ha dicho, donde quiere trabajar con organizaciones como Acnur. “El comercio de personas ahí, y no se puede llamar de otra forma, debe ser afrontado”. Una idea muy en sintonía con la expresada en los últimos días por el secretario general del PD, Matteo Renzi.

El fracaso en los últimos días para llegar a algún tipo de acuerdo en materia migratoria ha puesto de nuevo al descubierto las costuras de la UE. Quizá por eso, Paolo Gentiloni abrió el abanico del discurso político y reivindicó una Unión Europea “más cohesionada y fuerte”. “El compromiso común para su relanzamiento ya ha emergido en los últimos meses. Lo constatamos en Hamburgo”. Nadie duda ya de que esta UE no sirve y que tiene que ser “capaz de cambiar” para asumir de forma autónoma responsabilidades como la “defensa y la seguridad multiplicando su capacidad de inversión, trabajando por una política migratoria común y más compartida”. Un discurso repetido desde hace meses sin resultados, al menos todavía, aparentes.

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