Organizaciones no gubernamentales locales e internacionales pidieron hoy que se lleve a cabo una investigación independiente tras la muerte de cuatro ciudadanos sirios, detenidos durante una redada en campos de refugiados en el noreste del Líbano.

En un comunicado, Human Rights Watch (HRW) destacó que “el Ejército libanés reconoció la muerte de cuatro personas bajo custodia, sin revelar las causas” que llevaron a su fallecimiento.

El Ejército “admitió que su salud se deterioró mientras estaban detenidos”, por lo que HRW pidió que se investigue si hubo alguna “mala práctica” que causara su muerte.

En un comunicado, las Fuerzas Armadas anunciaron anoche que cuatro sirios en detención desde el viernes habían perecido y que los exámenes forenses mostraban que sufrían enfermedades crónicas.

La nota aseguró que se les brindó tratamiento médico antes de ser interrogados.

Las víctimas fueron detenidas el pasado viernes en la región de Arsal, limítrofe con Siria, durante redadas de las tropas libanesas en dos campos de refugiados sirios, donde cinco kamikazes se hicieron estallar matando a una niña siria e hiriendo a siete militares.

El abogado Nabil Halabi, presidente del Instituto Libanés para la Democracia y los Derechos Humanos (Life), instó a las autoridades a llevar a cabo “una investigación seria en base a las autopsias” y añadió que en el pasado al menos diez refugiados sirios murieron bajo tortura.

El Líbano acoge a entre 1,5 y 2 millones de sirios que han huido de la guerra en su país desde 2011 y las autoridades locales han advertido reiteradamente de las amenazas que esto conlleva para la economía y la seguridad del pequeño Estado árabe.