BARCELONA. Los inmigrantes se han sumado a los colectivos sociales más vulnerables al sida. Así se puso de manifiesto ayer en el IX Congreso Nacional sobre la enfermedad que se desarrolla en Barcelona y en el que se alertó sobre la discriminación laboral y social que sufren los afectados. En este sentido, los expertos apelaron a los poderes públicos para que presten una mayor atención al problema e impulsen un «ambicioso plan» en el ámbito de la educación sexual, cívica y escolar para «acabar con los prejuicios y las injusticias que sufre un sector de nuestra sociedad».

María José Fuster Ruiz de Apodaca, coordinadora de Cesida, una entidad que agrupa a sesenta organizaciones que luchan contra el sida, pidió a los poderes públicos que «escuchen nuestra voz», porque, «aunque estamos muy contentos por los avances científicos que se han dado, seguimos denunciando la existencia de una gran discriminación y muchos prejuicios sobre los enfermos».

Junto con las mujeres, los inmigrantes son el colectivo más vulnerable. En el periodo 2000 – 2003, la incidencia de la enfermedad en el colectivo inmigrante de África subsahariana fue mayor que en otros grupos. Las personas subsaharianas y de Europa del Este presentan en España un mayor riesgo de infectarse por VIH que las de otros orígenes.

Las causas son de orden social, económico y cultural, y la existencia de un numeroso grupo de personas dentro del colectivo inmigrante que carece de residencia legal y de una vida mínimamente digna en España favorece objetivamente el incremento de la enfermedad. COLPISA