La Subcomisión de Informes e Infraestructuras, delegada de la Comisión Nacional contra la Violencia en los Espectáculos Deportivos, acordó en su reunión de ayer multar con 5.000 euros al Atlético de Madrid por deficiencias en las medidas de control de acceso de espectadores en el Vicente Calderón, al no impedir que fuesen introducidas latas de cerveza y dos botellas de whisky al estadio.

La semana pasada, varios aficionados lanzaron diversos objetos durante el partido de Liga que disputó el Atlético frente al Sevilla en el estadio rojiblanco, lo cual fue reflejado en el acta del partido por el colegiado Ayza Gámez. El guardameta sevillista Palop fue alcanzado por varios objetos y acudió al colegiado porque temía por su integridad.

La Comisión acordó también recurrir la sanción propuesta por el Comité de Competición a raíz del lanzamiento de objetos, que provocó la suspensión temporal del partido. Competición castigó al conjunto madrileño hace una semana con una multa de 3.000 euros y le apercibió de clausurarle sus instalaciones deportivas en caso de reincidencia, en aplicación del artículo 118, en relación con el 109, de los Estatutos federativos.

La medida causó cierta alarma social tras una noche muy triste para el fútbol, apenas dos meses después de que el encuentro de vuelta de la Copa del Rey entre el Valencia y el Deportivo, jugado en Mestalla, se suspendiese después de que un juez de línea resultase alcanzado por una moneda. Por momentos, se pensó que el encuentro del Vicente Calderón no se reanudaría, pero tras media hora de juego detenido, el árbitro, que expulsó a tres jugadores locales y pitó dos penaltis en contra del equipo de casa (ambos detenidos por Leo Franco), decidió que se completaran los 90 minutos, ya con el estadio medio vacío.

Además, Antiviolencia dio traslado a la Real Federación Española de Fútbol de los informes que ponen de manifiesto la realización de gritos de contenido racista, con el fin de que se adopten las medidas sancionadoras correspondientes, tal y como se contempla en el anteproyecto de ley contra la violencia y el racismo, aprobado el pasado día 17.