Sin penúltima oportunidad

Canarias 7, 30-03-2006


Santa Cruz de Tenerife

El que se inicia el martes en el Parlamento de Canarias es el penúltimo debate de política general de la VI Legislatura autonómica y la penúltima oportunidad para Adán Martín de exponer ante la Cámara los perfiles de su actividad al frente de la Presidencia del Gobierno y los logros alcanzados por la gestión propia y de su equipo. Es también la primera de las ocasiones en que Adán Martín se presenta como el jefe de un Ejecutivo en solitario pero en minoría parlamentaria, por lo queda expuesto al fuego cruzado de una oposición que se compone de aquellos que, como el PP, todavía tienen pendientes facturas que pasarle al cobro por la ruptura unilateral por parte de CC del pacto que ambos partidos mantenían y de aquellos otros, como el PSC, que apoyan al Gobierno sin disfrutar de las mieles de formar parte del mismo y necesitan como agua de mayo diferenciarse de los fracasos e incapacidades del Ejecutivo para reforzar su cartel electoral.

Pero en términos realistas, Adán Martín puede dar por perdida esta penúltima oportunidad de proyectarse como el presidente que Canarias merecía y sigue necesitando para enfocar su futuro.

Si en el próximo mes de enero – fecha en la que se celebra el último Debate sobre el Estado de la Nacionalidad Canaria – las cosas han cambiado en esta comunidad autónoma quizás podrá tomarse un respiro para consolidar su proyección como candidato en la candidatura a la Presidencia del Gobierno por CC, prácticamente el único elemento que todavía no se ha introducido en forma de china en su zapato.

El presidente se presenta por el momento ante la Cámara no sólo con poco nuevo que ofrecer, sino también con un montón de problemas insidiosos que, en general, tuvieron su epicentro político extramuros del Parlamento pero ahora impregnan la actividad parlamentaria.

Tres comisiones de investigación abiertas en canal – una de ellas relacionada directamente con la corrupción como la trama eólica y las otras (caso Amorós y Delta) con una mala o nefasta gestión – no parecen la situación más cómoda para vender logros y proyectos. Máxime si el propio presidente resulta afectado por uno de los casos, el Amorós, y además la propia sede parlamentaria está amenazada de desahucio por una errónea gestión de los intereses públicos a cargo de otro Ejecutivo tan nacionalista como el propio Adán Martín.

¿Alguien puede dar más? Sí y mucho, porque Adán Martín se presentará el martes ante el Parlamento con uno más de las proyecciones de futuro a todo color que tanto gusta plantear al presidente – caso de la Red Transcanaria – pero con unos cuantos fracasos a sus espaldas, como el bloqueo de la reforma del Estatuto de Autonomía, entre otras cosas por ausencia de acuerdo con PP y PSC sobre la reforma electoral, y sin haber conseguido siquiera remitir al Parlamento el proyecto de ley de Policía Autónomica que prometió en el anterior debate.

¿Y qué puede ofrecer de esperanza sobre el tratamiento al creciente problema de la inmigración? Palabras de buena voluntad pero resistencia de la Administración central a cumplir los acuerdos de derivación anteriormente suscritos.

El REF tampoco sale en su ayuda de una manera clara, al menos mientras no se pronuncie definitivamente sobre la propuesta realizada por los gobiernos central y autonómico, y por resistírsele los logros ni siquiera ha conseguido más influencia e Bruselas que los ecologistas para arrebatarles el tanto del puerto de Granadilla.

¿Más? El paro aumenta, la Universidad de La Laguna incrementa sus reivindicaciones y protestas y la Cámara de Comercio tinerfeña se resiste a caer en manos del poder establecido en Tenerife por el partido del presidente Martín. Que el Estado desmantele el centro de RTVE en Canarias es otro de los numerosos insuficientes que cosecha el presidente si se tiene en cuenta cómo afecta a un colectivo de trabajadores, aunque tal vez convenga a los intereses del partido que le sustenta.

Las fuerzas políticas

PROBLEMAS INSIDIOSOS

El presidente se presenta con un montón de problemas insidiosos en medio de la legislatura.

Comisión. Tres comisiones de investigación abiertas en canal – una de ellas relacionada directamente con la corrupción como la trama eólica y las otras (caso Amorós y Delta) con una mala o nefasta gestión no parecen la situación más cómoda para vender logros y proyectos.

Cayucos. La inmigración ha cogido de lleno también al presidente del Gobierno, trasladando el problema a Tenerife.

 

HUÍDA HACIA ADELANTE

Los casos de corrupción han puesto en el disparadero a los dirigentes del PP y los ha embarcado en una huida hacia delante.

Huida. El Apocalipsis se va a quedar chiquito. Si los populares canarios elevaron el listón de su discurso de oposición a la enésima potencia prácticamente cuando todavía, hace menos de un año (el 14 de mayo de 2005), tenían un pie en el Gobierno de Adán Martín y acababan de perder tres consejerías y sus correspondientes presupuestos, los recientes casos de corrupción que afectan a militantes de la organización conservadora han puesto en el disparadero a sus dirigentes y los ha embarcado en una huida hacia delante que previsiblemente tendrá el correspondiente

Inmigración. Los sucesos en torno a la inmigración ilegal y la determinación de Madrid a incrementar los centros de retención e las Islas alimentan el discurso del PP.

Corrupción. El PP pretende hacer creer que ha solventado su papeleta con las medidas disciplinarias adoptadas contra los militantes, aunque es más que posible que Soria opte por incidir en esa vuelta de tuerca que insinuó cuando aventuró que las trapisondas en torno al concurso eólico se produjeron sólo después de que el PP saliera del Gobierno. Los populares por lo demás están en condiciones de tocar todos los palos del debate en clave negativa.

VENDEDORES DE HUMO

Los socialistas no figuran en la pura y dura oposición, pero tampoco han cumplido su anhelo de volver al Gobierno.

Gobierno rehén. ¿Cuál es entonces su posición? La de un partido que apoya a un Ejecutivo nacionalista en minoría parlamentaria sin que quepa evaluar los réditos que esta posición le aporta, más allá de un ejercicio de responsabilidad difícilmente explicable en términos de ciudadanía. Al menos no mucho más allá de la siempre gratificante sensación de haber convertido al Gobierno de un partido rival en rehén más.

Defensa del Estado. El papel más ingrato que le tocará hacer a Juan Carlos Alemán será la defensa de las decisiones de la Administración central en materia de derivación y ubicación de los cientos de personas que han arribado a las islas procedentes del África subsahariana. Por lo demás los socialistas están en condiciones de navegar cómodamente en cuestiones como los escándalos de corrupción, infraestructuras, Policía Autonómica, etc.

Candidato. El debate supondrá también una magnífica oportunidad para que Juan Carlos Alemán trate de convencer a propios y extraños como candidato a la Presidencia del Gobierno por el PSC, un honor que se le resiste en esta ocasión en base al debate interno y externo que se ha generado en torno a la figura del ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar.

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