FRANCIA INMIGRACIÓN

El Defensor del Pueblo ve inhumano el trato a los inmigrantes en Calais

La Vanguardia, EFE, 15-06-2017

El Defensor del Pueblo francés, Jacques Toubon, denunció hoy en un comunicado las condiciones “inhumanas” en las que viven todavía entre 500 y 600 inmigrantes en Calais (norte) y explicó que la mayoría de ellos duermen al raso.

El Defensor del Pueblo “exhorta a los poderes públicos a que no se obstinen en negar la realidad y existencia de los exiliados presentes en nuestro territorio, que deben de ser tratados dignamente, conforme al derecho y a los compromisos internacionales asumidos por Francia”, dijo Toubon en su dura nota.

En un comunicado, la Prefectura (delegación del Gobierno) de Pas-de-Calais aclaró que se ha dedicado a aplicar la ley al expulsar a los que están en situación irregular y aseguró que a los menores solos se les ha propuesto un alojamiento temporal.

El Gobierno, que no dio una cifra de cuántos inmigrantes duermen aún al raso en Calais, recordó que desmanteló en octubre de 2016 el gigante e insalubre campamento de inmigrantes y demandantes de asilo de la ciudad para “preservar el orden público y la seguridad”.

En su informe, el Defensor del Pueblo, quien dijo haber estado en Calais el pasado lunes, denunció que todos los puntos de agua se han suprimido, por lo que los inmigrantes no tienen cómo hidratarse o lavarse, y reprobó la persecución de la que son objeto.

Además, alertó que las mujeres inmigrantes están especialmente desprotegidas, ya que no hay ningún dispositivo que las acoja.

“Son susceptibles de ser objeto de violaciones o de explotación sexual”, dijo Toubon, quien avisó que hay mujeres que amamantan a sus bebés y otras que van a dar luz en las próximas semanas que están igualmente desprotegidas.

Sin embargo, el prefecto (delgado del Gobierno), Fabien Sudry, aclaró que “la gran mayoría de los inmigrantes presentes en Calais son hombres solos” y aseveró que las pocas familias que hay han tenido un seguimiento y se les ha propuesto alojamiento cuando se ha visto necesario.

Calais, una pequeña ciudad costera en el noroeste de Francia, llegó a agrupar en 2016 hasta a 10.000 inmigrantes en su campamento de la “vergüenza”, sobre todo de Afganistán, Sudán y Eritrea, quienes en su mayoría buscaban cruzar al vecino Reino Unido.

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