El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, reveló ayer que en los tres meses que han transcurrido de este año han sido rescatados del mar 2.300 inmigrantes ilegales que pretendían llegar a las costas españolas.

Según Zapatero, durante todo el año pasado esta cifra llegó a 10.300 y desde enero se han interceptado 555 embarcaciones procedentes de Africa.

El presidente respondió en el Congreso a una pregunta del diputado de Coalición Canaria Paulino Rivero sobre la catástrofe humanitaria en las costas del archipiélago, que tuvo continuidad en otra del portavoz del Grupo Popular, Eduardo Zaplana, a la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega.

Ni el presidente ni la vicepresidenta quisieron responder cuándo tuvieron conocimiento del informe elaborado por la Guardia Civil que el mes de diciembre anunció que la cifra de inmigrantes procedentes de Mauritania podría superar los 1.500.

Zapatero aseguró que el Gobierno «pone todos los medios a su alcance» para evitar muertes y explicó que una de sus prioridades es la de trabajar en todos los países africanos de los que proceden los inmigrantes, con ayuda de la Unión Europea y el «compromiso de todos los ministerios afectados».

Fernández de la Vega aseguró que se trata de «una cuestión de Estado» y exigió a los populares que tengan «sensibilidad y altura de miras». Según la vicepresidenta primera, el Gobierno «recibe muchos informes», pero no precisó cuándo conoció el citado de la Guardia Civil.

El portavoz del PP, Eduardo Zaplana, acusó al Gobierno de eludir tomar las medidas que le aconsejaba ese informe. Según dijo, al no hacer caso de la alerta de la Guardia Civil, no se pudo evitar una «catástrofe humanitaria sin precedentes».

Zaplana aseguró que el Gobierno de Zapatero «sobreactúa cuando hay cámaras y focos, pero se despreocupa si no las hay».