Entre 35.000 y 40.000 madrileños son de etnia gitana. Un 1,3% del total. Sin embargo, constituyen un núcleo de población con problemas específicos y básicos para su propio desarrollo: la vivienda, el trabajo, la incorporación de la mujer a la vida laboral, el absentismo escolar, la escasa formación… Ayer, la concejala de Servicios al Ciudadano, Ana Botella, acudía a la inauguración de unas jornadas sobre las mujeres gitanas mientras que la portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, Trinidad Jiménez, visitaba la Cañada Real Galiana y pedía un realojo en condiciones para la población gitana que vive en esta zona, próxima al vertedero de Valdemingómez.

«Llevo más de dos años pidiendo en los plenos programas de salud, escolarización y realojo para esta población que cada día es mayor por los traficantes y los drogadictos que están viniendo de Las Barranquillas, pero la respuesta de la concejala Ana Botella es que en algún sitio tienen que estar», denunció ayer la concejala socialista responsable de Servicios Sociales, Pilar Estébanez.

Por su parte, Botella se reunía por la mañana con asociaciones de mujeres gitanas, en un acto programado con motivo del Día de la Mujer Trabajadora, para estudiar la situación que sufre el 50% de la población gitana: «Esta sobreprotección familiar, unida a los prejuicios y estereotipos que la población paya ha tenido hacia los gitanos, ha abocado a muchas mujeres durante mucho tiempo a permanecer en la sombra dentro de su grupo familiar, con escasas o nulas oportunidades para decidir sobre su futuro al margen del mismo», señaló.

Además, la concejala prometió «el apoyo del Ayuntamiento en los procesos de integración social y laboral de las mujeres de etnia gitana y programas de lucha contra el absentismo escolar para evitar que chicas de 12 años estén en sus casas haciendo labores que no les competen en vez de estar en la escuela». Botella puso como ejemplo de la política de integración de la población gitana, el acuerdo entre el Consistorio y la Comunidad para el desmantelamiento de El Salobral.

Sin embargo, Trinidad Jiménez aseguró que quedan más poblados chabolistas, como la Cañada Real Galiana, que necesitan ese trabajo de realojo. «La solución que aporta el Ayuntamiento ante problemas como este es la de esconder a estas personas donde no las veamos», declaró la portavoz socialista a Efe.

Jiménez criticó la situación en la que viven más de 1.500 personas de este poblado y el tratamiento de los residuos que hace el Gobierno de Ruiz – Gallardón: «Éste es el Parque Tecnológico y Mediambiental de Madrid que inauguró el alcalde a bombo y platillo en 2003», denunció la portavoz socialista señalando las instalaciones de tratamiento de residuos, «situadas a menos de cinco kilómetros de donde viven medio millón de personas de Vallecas, Villaverde y Rivas, que tienen que soportar los olores irrespirables de las 4.000 toneladas de basura que llegan aquí cada día».